Panamá: Índice de Precios se eleva un 3,2% hasta marzo

Los últimos indicadores que se conocen sobre la evolución de los precios marcan una tendencia creciente, con un origen principalmente importando, lo que limita la capacidad de respuesta.

Por La Prensa (Panamá)

Por eso, desde el sector privado apuntan a la necesidad de reactivar con mayor fuerza el empleo local para elevar el poder adquisitivo de la población y contrarrestar los efectos de la inflación.

El índice de precios al consumidor (IPC) registró en marzo un alza de 3,2% al compararse con el mismo mes de 2021. Según el Instituto Nacional de Estadística y Censo, los grupos que registraron más aumentos fueron transporte en 11,8%, debido principalmente al alza de los combustibles; alimentos y bebidas no alcohólicas, con un 2,7%; educación y el grupo de restaurantes y hoteles, ambos 2,5%.

En las últimas semanas se han publicado otros índices de precios que muestran la misma tendencia, pero en diferentes sectores productivos.

Por ejemplo, el índice de precios de comercio mayorista presentó a febrero de 2022 una variación interanual del 7,6%; el índice de precios al productor de la industria manufacturera y agropecuario mostró a febrero un crecimiento interanual del 3.4%, mientras que el más reciente índice de precios al por menor de los principales materiales de construcción refleja a marzo incrementos interanuales en materiales como el zinc, el cable eléctrico, las tuberías plásticas de PVC, las carriolas, bloques de arcilla y varillas de acero.

Uno de los elementos transversales que afecta a los precios es el aumento de los combustibles, exacerbado desde que comenzó la invasión rusa a Ucrania.

El presidente del Sindicato de Industriales de Panamá, Luis Frauca, apuntó que el aumento del combustible y de la energía encarece la producción. Por ejemplo, todo lo que tiene que ver con plásticos para autos, tuberías o para empaques de alimentos ha tenido aumentos considerables, planteó.

Además, las tensiones en la cadena de suministro siguen ejerciendo presión sobre los precios. Frauca destaca las limitaciones de fabricación en origen, principalmente en Asia, y a las dificultades en el transporte interoceánico como elementos que generan incertidumbre a los distribuidores locales sobre la capacidad de recibir la mercancía en los plazos acordados. Esto hace que se tengan que elevar los inventarios, con el costo financiero que esto tiene, ya que, como apunta el ejecutivo, es dinero que está en inventario y no en el banco, donde puede generar intereses y brinda capacidad de pago.

Aunque el precio de los fletes desde China se ha moderado, explicó Frauca, sigue siendo muy superior a la realidad antes de la pandemia y, en contrapartida, los fletes desde Europa y Estados Unidos se han elevado. La invasión rusa a Ucrania no solo ha subido el precio de los combustibles, también de fertilizantes empleados en la agricultura y cereales que se utilizan para alimentar animales y para la elaboración de alimentos.

Se trata de dos importantes exportadores de estos productos y los grandes compradores están buscando otros lugares desde los que recibir el suministro, algo que “limita la capacidad de compra de compradores pequeños como nosotros”, explicó. Además, en términos generales, si la oferta se reduce y la demanda se mantiene o aumenta, el efecto inmediato es un alza de precios. En el caso de los combustibles, el aumento afecta también a la distribución tanto internacional como local de los productos, con una mayor incidencia en aquellos que requieren cadena de frío por la demanda de energía eléctrica.

Por todos estos factores, Frauca estima que aún no se ha llegado al techo de los precios y que toca tanto en los hogares como en las empresas lograr niveles de ahorro y mejorar las condiciones que puedan limitar la competitividad, como puede ser el costo energético a través del uso de fuentes renovables.

En el caso de la crisis en Europa, Frauca cree que aunque la situación se resuelva rápidamente, tardaría un tiempo en reflejarse en los precios por la necesidad de renovar la capacidad productiva.

El economista Luis Alberto Morán planteó que Panamá debe buscar nuevos socios comerciales y lograr compras masivas para el sector agropecuario. Es un momento, además, “para fomentar la competencia y evitar monopolios y oligopolios en el mercado que distorsionan la libre oferta y demanda”, sostuvo, así como mejorar la producción local a través de la innovación.

El alza de precios reduce el poder adquisitivo de la población, y para el economista la “mejor forma de combatir la inflación es generar empleo formal. En la medida que la población tenga empleo puede hacerle frente a este incremento de costos”, mientras que estando en situación de desempleo o informalidad “es muy difícil sobrellevar estos niveles de precios”.

Para dinamizar el empleo, Morán propone elevar la inversión pública, generar mayor confianza en el sector privado, fortalecer el emprendimiento y apoyar a las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes).

Frauca apunta a la importancia de reactivar dos sectores clave para la economía: la construcción y el turismo -que cerraron 2021 por debajo de los niveles prepandemia- no solo por su capacidad para crear empleo, sino por el efecto de derrame que generan en otras actividades conexas.

En ese sentido, destacó el rol que debe tener el Gobierno en la reactivación de obras públicas y en asegurar unas condiciones de pago a proveedores justas en términos de montos y plazos, en el caso de la construcción.

Además, para mitigar el elevado costo de los fletes, Frauca también señala que se debería congelar el impuesto sobre transferencia de bienes muebles y servicios (Itbms) de importación a niveles de 2019.

El empresario explicó que el cálculo del Itbms para la importación se hace a partir del precio del producto, el seguro y el flete. “Como el flete está muy por encima de los valores de 2019, estamos pagando también un itbms inflado”, sostuvo.

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