Centroamérica es una región particular, con procesos históricos, sociales y económicos que la convierten en un laboratorio para el estudio de ambientes laborales y para explorar fórmulas poco convencionales de generar liderazgos, equipos de trabajo y talentos.
Las empresas de origen centroamericano no han perdido su esencia a pesar de los influjos externos y de competir en un cóctel de empresas locales, multinacionales y transnacionales. Progreso, por ejemplo, rescata la autenticidad en sus líderes, la búsqueda de valores organizacionales (que devienen desde la época de sus fundadores) y el hecho de mantener inalteradas las costumbres e identidad.
En Diunsa, Industrias Licoreras de Guatemala, Lafise, Cuestamoras, Agrolíbano, Dos Pinos y en la mayoría de empresas de la región, el concepto de ‘familia’ toma otro significado porque encierra tradición, convivencia, fraternidad y hasta rasgos patriarcales.
Por eso son frecuentes los testimonios de colaboradores que narran cómo los dueños de la empresa caminan por las oficinas, por la planta, saludan a sus empleados, preguntan por la salud de sus hijos, por sus problemas personales, participan en actividades sociales. Esto da otro sentido a la organización y le otorga al clima laboral otros matices muy autóctonos.
Les presentamos a las mejores empresas centroamericanas para trabajar en 2016:


