Por revistaeyn.com
Las micro, pequeñas y medianas empresas (MIPYMES) están cada vez más expuestas al peligroso fenómeno de los prestamistas informales, una alternativa rápida pero extremadamente costosa que los expertos atribuyen principalmente a la exclusión del sistema financiero formal.
Según Michael Artavia Delgado, experto en finanzas y profesor de la Universidad Americana (UAM), los requisitos estrictos de las entidades financieras formales dificultan el acceso al crédito para muchos emprendedores.
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“Estamos hablando de trabajadores informales que no pueden certificar ingresos, carecen de fiadores o bienes en garantía, o forman parte de las 880.000 personas reportadas en el Centro de Información Crediticia de la SUGEF. Estas condiciones los obligan a buscar alternativas inmediatas, aunque sean riesgosas,” señaló.
En lugar de acudir a un banco, muchos emprendedores optan por el “prestamista del barrio,” quien ofrece préstamos en minutos, pero bajo condiciones desventajosas. Estos créditos, conocidos como “gota a gota,” imponen tasas de interés de hasta un 40% mensual y plazos de pago cortos, lo que genera un ciclo de deuda insostenible.
“Son créditos de hasta 4 millones de colones, con pagos semanales que oscilan entre los 400,000 y 500,000 colones. En pocos meses, los emprendedores terminan pagando únicamente intereses, sin reducir la deuda principal. Esto no solo pone en riesgo sus negocios, sino también su seguridad personal, ya que las amenazas y la violencia física son comunes en este tipo de préstamos,” advirtió Artavia.
Los especialistas coinciden en que una mayor eficiencia en la Banca para el Desarrollo podría marcar la diferencia para las MIPYMES. “Esta institución no está cumpliendo el propósito para el que fue creada. Hace falta trabajar más en capital semilla, en acompañamiento a las PIMES y en atraer inversores que les permitan crecer y mantenerse sostenibles,” enfatizó Douglas Umaña, director de la Escuela de Economía de la UAM.
“Los bancos exigen planes de negocio, pero no brindan el seguimiento necesario. Por eso, 8 o 9 de cada 10 microempresas no sobreviven más de cinco años” añadió.
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Para enfrentar esta problemática, UAM ha lanzado el Consultorio Empresarial, una iniciativa gratuita diseñada para brindar apoyo integral a emprendedores de Costa Rica de todos los tamaños. “Nuestro objetivo es ayudar sin fines de lucro a cualquier tipo de empresa, desde micro hasta medianas. Ofrecemos asesoría en mercadeo, contabilidad y, sobre todo, en el proceso para hacer viable una solicitud de préstamo y garantizar su adecuado seguimiento,” explicó Umaña.
El Consultorio Empresarial busca no solo facilitar el acceso a financiamiento formal, sino también fortalecer las capacidades administrativas de los emprendedores para garantizar su sostenibilidad.