Por revistaeyn.com
La inteligencia artificial (IA) generativa dejó de ser un experimento reservado a especialistas y se está integrando con rapidez en la vida diaria de millones de personas. Sin embargo, su expansión no sigue los patrones tradicionales de adopción tecnológica.
Un nuevo estudio elaborado por Cisco en conjunto con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) revela que son las economías emergentes —y no las más industrializadas— las que encabezan el uso, la confianza y la formación en torno a esta tecnología.
El informe, desarrollado desde el Centro de Bienestar Digital, identifica a India, Brasil, México y Sudáfrica como los países con mayor penetración de la IA generativa. En estas naciones, especialmente entre los adultos jóvenes, la herramienta ya forma parte de rutinas laborales, educativas y de entretenimiento, con niveles de aceptación que superan a los registrados en Europa y otras regiones desarrolladas.
De acuerdo con la investigación, los menores de 35 años se consolidan como los principales usuarios de plataformas digitales y aplicaciones basadas en IA. Son quienes más interactúan en redes sociales, utilizan dispositivos conectados y experimentan con soluciones de inteligencia artificial.
En contraste, en varios países europeos persisten mayores dudas sobre su utilidad, seguridad y efectos sociales, una situación que rompe con la tendencia histórica donde las economías avanzadas solían liderar la incorporación de nuevas tecnologías.
ABRIR OPORTUNIDADES
Guy Diedrich, vicepresidente senior y director de Innovación Global de Cisco, subraya que el desafío va más allá del acceso tecnológico. “Dotar de habilidades en IA a las economías emergentes significa abrir oportunidades reales para que las personas construyan su propio futuro”, afirmó, al tiempo que destacó la necesidad de que estas herramientas se desarrollen bajo principios de transparencia, equidad y respeto a la privacidad.
Las diferencias generacionales son otro eje clave del análisis. Más de la mitad de los jóvenes encuestados utiliza activamente la IA y tres de cada cuatro la consideran útil. En países como México y Brasil, más del 80 % de los jóvenes comparte esta percepción y cerca de dos tercios de quienes tienen entre 26 y 35 años ya han recibido algún tipo de capacitación en el tema.
En el extremo opuesto, los mayores de 45 años muestran menor interés y uso, y entre los mayores de 55 predomina la incertidumbre, más por desconocimiento que por rechazo.
El informe concluye que estas brechas no son inevitables. Con políticas de formación adecuadas y un enfoque centrado en el bienestar digital, la Inteligencia Artificial puede convertirse en una herramienta de inclusión, productividad y aprendizaje para todas las generaciones, sin sacrificar la salud ni la calidad de vida.