Por revistaeyn.com
Un reciente estudio del Observatorio MYPE de FUSAI señala la informalidad de los negocios en El Salvador suele ser más una consecuencia de barreras estructurales que una elección deliberada.
El estudio “Estado de la Mype 2024: La Otra Cara de la Economía”, que encuestó a más de 1,000 microempresarios de todo el país, ofrece una nueva perspectiva: mientras que el 47.2 % de los microempresarios encuestados ha intentado formalizarse, solo el 30 % opera de manera formal.
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Esta brecha del 70 % entre quienes lo intentaron y quienes lo lograron sugiere que existen obstáculos significativos en el proceso de formalización, más que una falta de interés por parte del sector, señala el estudio.
Armando Juárez es un propietario de un negocio de servicio técnico para impresoras en San Salvador. Cuenta que por ocho años había operado de manera informal hasta que decidió dar el salto a la formalidad este año.
“Con esfuerzo y trabajo, logramos crecer poco a poco hasta formalizarnos por completo hace un mes”, expresó.
Aunque la percepción de un número significativo de empresarios MYPE muestra una cara optimista respecto a la formalización, los desafíos que tuvieron que enfrentar son los que suelen disuadir al otro 70 % de empresarios que operan en la informalidad.
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Juárez reconoce que el costo de formalizarse es un aspecto clave: “Ha sido un poco complicado avanzar paso a paso solo con capital propio y sin una fuente de financiamiento”.
Para muchos, este factor representa el principal obstáculo para formalizarse. El mencionado estudio del Observatorio MYPE confirma que el costo de la formalización es el reto número uno para quienes lo intentan (48.1 % de los encuestados).
Por otro lado, el empresario coincide en la importancia de contar con asesoría profesional para superar los retos del proceso. Esto se alinea con el estudio, que señala que la falta de conocimientos (31.3 %) es el segundo obstáculo más grande que enfrentan los microempresarios para formalizarse.