El mayor simposio mundial sobre oncología concluyó que ese tipo de tratamiento permite descubrir el comportamiento metastásico y el origen de los tumores. Los desarrollos biotecnológicos facilitarán una mayor supervivencia de los enfermos.
Por: AFP
La medicina sigue ganando puntos en la guerra contra el cáncer, según prometedores ensayos de nuevas terapias presentados en la conferencia anual de la Sociedad Estadounidense de Oncología Clínica (ASCO, por sus siglas en inglés).
'El resultado de estos ensayos clínicos cumplen la promesa de una medicina personalizada que apunta a las anomalías genéticas de los cánceres responsables de su desarrollo o su comportamiento metastásico', dijo Sylvia Adams, profesora asociada de Medicina en el Centro Médico Langone de la Universidad de Nueva York y vocera oficial de la ASCO.
La nueva terapia estrella del encuentro, que reunió a más de 30.000 participantes en Chicago del 1 al 5 de junio, fue el tratamiento experimental T-DM1 contra el cáncer avanzado de mama.
Desarrollado por la compañía biotecnológica estadounidense Genentech -que forma parte de la farmacéutica suiza Roche-, logró un aumento de 3,2 meses de supervivencia 'absoluta' sin progresión de la enfermedad en 50% de las mujeres con un cuadro avanzado HER2.
Otros dos nuevos tratamientos contra el melanoma avanzado, el dabrafenib y el trametinib, de la farmacéutica británica GlaxoSmithKline, arrojaron resultados esperanzadores en comparación con la quimioterapia habitual, según datos presentados en la conferencia.
Estas sustancias bloquean las proteínas producidas por un gen mutante que contribuye al crecimiento del tumor.
Zytiga, una terapia producida por el laboratorio estadounidense Johnson and Johnson, logró frenar el progreso del cáncer avanzado de próstata en el 60% de los hombres que ya no respondían a las terapias a base de hormonas y aún no sometidos a quimioterapia.
En lo que respecta a las enfermedades cancerígenas en pulmón, riñón y piel, dos ensayos clínicos de fase 1 mostraron el potencial de una terapia experimental para estimular el sistema inmunitario en esos casos.
La llegada de estas nuevas armas contra el cáncer 'confirman también la necesidad de personalizar los tratamientos y de disponer, para eso, de buenas pruebas genéticas', señaló Adams.
El profesor de Medicina Michael Link, de la Universidad de Stanford en California y presidente de la ASCO, consideró que este enfoque de tratamiento 'define la nueva era en la medicina oncológica'.
'En lugar de pensar en el cáncer en función de la ubicación del cuerpo donde se desarrolla, lo definimos en función de sus características moleculares, allanando el camino para seguir avanzando cuando está definido por un conjunto único de anomalías moleculares', explicó a la prensa en el primer día de la conferencia de ASCO.
No obstante, pese al enorme progreso contra la enfermedad -actualmente un millón de personas sobrevivieron en los Estados Unidos-, el especialista reconoció que aún falta recorrer 'un largo camino antes de la victoria'.
En el resto del mundo, especialmente en los países en desarrollo, la incidencia del cáncer aumentará más del 75% en 2030, señaló Link, citando un estudio publicado la semana pasada en la revista médica británica The Lancet Oncology.
