Centroamérica sigue bajo la influencia de una nube de partículas de polvo en la atmósfera, la cual afecta principalmente a los países del norte de la región.
El fenómeno, que se registra desde el jueves, ha provocado un ambiente brumoso, consiste en la llegada de una nube de polvo arrastrada por los vientes alisios desde el desierto del Sahara, en el norte de áfrica.
Autoridades de Guatemala, Honduras y El Salvador han emitido a lertas debido al impacto que el fenómeno genera sobre la calidad del aire y del riesgo que esta condición genera para personas vulnerables.
El Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología de Guatemala (INSIVUMEH) informó en su boletín especial de calidad del aire No. 27 que 'estas partículas tienen el tamaño de 100 micras y la nube de polvo puede elevarse a una altura hasta de siete kilómetros formando una masa de aire caliente que puede ser arrastrada a miles de kilómetros según la dirección del viento'.

De acuerdo con los modelos climáticos, el fenómeno seguirá influenciando a la región durante la semana, pero con tendencia a la disminución.
Por su parte la Dirección General del Observatorio Ambiental de El Salvador detalla que en algunos periodos secos -sin lluvia- la aceleración del viento sobre el Atlántico y el Caribe permite la llegada del polvo proveniente del Sahara.
La fuente adelanta que en la medida que el área centroamericana sea influenciada por nuevas ondas tropicales (zonas de mucha nubosidad) posiblemente el polvo del Sahara se mezcle con estas nubes y no sea tan fácil de observar a simple vista.

El fenómeno, habitual para esta temporada ocurre cuando la arena del Sahara se levanta cuando el aire cálido del desierto choca con el aire más fresco de la región de Sahel -al sur del Sahara-. Los intensos vientos alisios facilitan que esta nube viaja hacia el oeste en el Atlántico Norte.
Los polvos generan impactos positivos en el ecosistema, ya que transportan nutrientes que se dispersan en zonas clave como la selva amazónica o los bosques tropicales de Centroamérica. Sin embargo, también se convierten en un riesgo para personas vulnerables.
'Al alcanzar áreas pobladas pueden provocar la aparición de gripes, alergias y asmas en personas, sobre todo aquellas que ya sufren de problemas respiratorios o procesos alérgicos', destaca un boletín del Observatorio Ambiental salvadoreño.
FOTOGALERíA: La nube de polvo subsahariano sobre Centroamérica
La Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres en Guatemala (Conred) recomienda tomar medidas para protegerse mientras dure el fenómeno:
- Utilizar mascarilla o un pañuelo de tela húmedo para cubrir nariz y boca.
- Utilizar gafas protectoras.
- Si siente cuerpos extraños en los ojos, con las manos limpias lavárselos con abundante agua potable y acudir al centro de salud más cercano lo antes posible.
- Al barrer humedecer lugares que tengan acumulación de polvo para evitar la resuspensión del mismo.
- Cubrir depósitos de agua para evitar contaminación de éstos.
Los servicios de salud se encuentran atentos por casos relacionados a enfermedades respiratorias, cardíacas, conjuntivitis, laringitis y bronquitis.

Un viaje de 11.000 km
Según el Centro de Estudios Atmosféricos, Oceanográficos y Sísmicos de Honduras (Cenaos), la presencia del polvo del Sahara es en casi todo el país.Los estudios de Cenaos establecen que en el ambiente existe la presencia de 45 microgramos por cada metro cúbico del polvo del Sahara y para el fin de semana esto incrementaría a 100 microgramos por metro cúbico.
Esta cantidad de polvo en el ambiente es igual a esparcir un quintal de harina en un cubo del tamaño de una manzana de terreno.