Por AFP
'Se trata de un revés muy decepcionante para la transparencia', afirmó Hina Shamsi, una responsable de la ACLU, la poderosa organización estadounidense de defensa de los derechos civiles, que había presentado la apelación.
Negándose a considerar el caso,la Corte Suprema deja vigente un dictamen de un tribunal federal de Washington, que había estimado que el informe del Comité de inteligencia del Senado no estaba sometido a las normas en vigor en materia de libertad de información.
El documento, de más de 6.000 páginas, refleja una vasta investigación legislativa sobre el muy controvertido programa de detenciones secretas e interrogatorios agresivos de la CIA luego de los atentados del 11 de setiembre de 2001, bajo el mandato de George W. Bush.
El informe fue clasificado como secreto de defensa y solamente un resumen de unas 500 páginas fue hecho público en diciembre de 2014.
El resumen del documento había revelado, entre otras, las prácticas de la agencia de espionaje para capturar e interrogar, fuera del marco judicial, a sospechosos de nexos con Al Qaida.
En él se describe cómo los detenidos permanecían atados durante días en la oscuridad, golpeados contra las paredes, hundidos en agua helada, privados de dormir durante una semana, golpeados o acosados psicológicamente.
Luego de haber defendido durante su campaña el uso de la tortura -una práctica prohibida por Barack Obama mientras ocupó la Casa Blanca- Donald Trump ha dado la impresión de vacilar sobre el tema.
'Se trata de un revés muy decepcionante para la transparencia', afirmó Hina Shamsi, una responsable de la ACLU, la poderosa organización estadounidense de defensa de los derechos civiles, que había presentado la apelación.
Negándose a considerar el caso,la Corte Suprema deja vigente un dictamen de un tribunal federal de Washington, que había estimado que el informe del Comité de inteligencia del Senado no estaba sometido a las normas en vigor en materia de libertad de información.
El documento, de más de 6.000 páginas, refleja una vasta investigación legislativa sobre el muy controvertido programa de detenciones secretas e interrogatorios agresivos de la CIA luego de los atentados del 11 de setiembre de 2001, bajo el mandato de George W. Bush.
El informe fue clasificado como secreto de defensa y solamente un resumen de unas 500 páginas fue hecho público en diciembre de 2014.
El resumen del documento había revelado, entre otras, las prácticas de la agencia de espionaje para capturar e interrogar, fuera del marco judicial, a sospechosos de nexos con Al Qaida.
En él se describe cómo los detenidos permanecían atados durante días en la oscuridad, golpeados contra las paredes, hundidos en agua helada, privados de dormir durante una semana, golpeados o acosados psicológicamente.
Luego de haber defendido durante su campaña el uso de la tortura -una práctica prohibida por Barack Obama mientras ocupó la Casa Blanca- Donald Trump ha dado la impresión de vacilar sobre el tema.