La canciller alemana está de visita en China, país que sigue con preocupación la crisis de la deuda en Europa.
Por: AFP
'El euro ha vuelto a Europa más fuerte', declaró este jueves la canciller alemana, Angela Merkel, tras llegar a China, donde comenzó una visita destinada en particular a tranquilizar a los dirigentes de la segunda economía mundial sobre la crisis en Europa.
Merkel también habló de los 'grandes progresos de la Unión Europea en los últimos dos años', en un discurso sobre cuestiones de política monetaria en la Academia China de Ciencias Sociales (CASS).
'La competencia internacional se ha vuelto más difícil en los últimos años y Europa debe adaptarse', indicó la canciller, agregando que está 'convencida de que (Europa) está en el camino correcto' con las reformas lanzadas.
'La economía alemana se ha beneficiado globalmente con el euro', dijo Merkel, cuya visita de tres días a China, acompañada de una delegación de empresarios alemanes, debe permitirle estrechar los vínculos entre la más grande economía de Europa y la segunda del mundo, que además son los dos mayores exportadores del planeta.
China sigue con preocupación la crisis de la deuda en Europa, aunque siempre reiterando que tiene confianza en la capacidad de los países europeos para resolver la crisis de sus deudas soberanas y declarándose dispuesta a apoyar los esfuerzos internacionales a favor de la eurozona.
Los dirigentes europeos han pedido indirectamente a China que ayude a los países de la eurozona, contribuyendo a un fondo de ayuda, pero Pekín no se ha comprometido hasta ahora de modo explícito en este sentido.
Tras el discurso, Merkel se entrevistará con primer ministro chino, Wen Jiabao, con quien ofrecerá una rueda de prensa conjunta.
El viernes, tras haber sido recibida por el jefe de Estado y del Partido Comunista, Hu Jintao, la canciller viajará, junto con la delegación de 20 empresarios que la acompañan, a la provincia sureña de Guangdong, centro manufacturero y exportador de China, donde se han implantado cientos de empresas alemanas.
Durante su visita, la canciller debería hablar de Siria e Irán, expedientes difíciles entre China y Occidente, ya Pekín no quiere una resolución de la ONU contra Damasco por la represión de sus opositores, ni sanciones contra Teherán por su controvertido programa nuclear.
La canciller alemana manifestó este jueves en un discurso el deseo de que China pida a Irán que lleve adelante una política nuclear 'abierta' y 'transparente'.
El controvertido programa nuclear iraní es uno de los temas de desacuerdo entre China y el Occidente y Pekín no desea que haya sanciones contra Teherán, su aliado.
Estados Unidos y la Unión Europea quieren aumentar las sanciones contra Irán, actuando contra su industria petrolera mediante un embargo gradual sin precedente y contra su banco central.
Finalmente, Merkel podría evocar las manifestaciones de los tibetanos, brutalmente reprimidas por la policía china la semana pasada, en la medida en que Alemania es vista por los analistas como uno de los países europeos más directos en materia de derechos humanos.
China y Alemania son los principales exportadores del mundo, pero fuentes del gobierno alemán han asegurado de que no se firmará acuerdos comerciales durante esta visita.