El periodista Alberto Padilla dejó CNN en Español después de 14 años y apuesta a la web. Entiende que la generación de contenidos es la clave. Su análisis sobre el mundo y la falta de liderazgo político.
Por: Gabriela Origlia - Estrategia & Negocios
Durante 14 años fue la cara del periodismo económico-financiero en la cadena CNN en Español. A comienzos de este año, Alberto Padilla abandonó su puesto sin tener claro qué haría. Después de unas vacaciones con sus hijos en Argentina, decidió apostar a internet, convencido de que el futuro está allí. Lo hace con su propia marca, 'Economía y Finanzas' (www.economiayfinanzas.net).
Dice que todo lo fue 'conduciendo' a su nuevo destino. En realidad toda su carrera está plagada de sorpresas.
Soñaba con ser piloto comercial, pero como su padre no lo dejó, cursó -en su México natal- Estudios Internacionales. Una pasantía obligatoria lo llevó a una radio y se quedó en el periodismo. En 1995 empezó a hacer un programa de televisión sobre economía y le fue tan bien que lo convocó CNN en Español. Allí estuvo hasta cuando las 'diferencias' con la nueva conducción de la cadena lo obligaron a irse.
Además de la experiencia, en su valija se llevó la convicción de que el contenido es la clave, más allá de cuál sea la plataforma que se use para transmitirlo. Está persuadido de que la tecnología hoy es la gran aliada del periodismo. 'Antes, si no trabajabas en televisión, estabas perdido', comenta desde su casa-oficina, donde ya se acostumbró a la nueva rutina que exige su blog.
¿Por qué se fue de CNN en Español? Para muchos periodistas llegar a esa cadena es el sueño movilizador
Porque había alcanzado ese sueño (risas). La verdad es que ya no estaba a gusto; dejó de ser divertido. En los últimos tiempos se dieron muchos cambios en la cadena y no estaba de acuerdo con la manera de hacer las cosas. Entendí que era momento de saltar de barco.
Y saltó a la web
Tengo que aclarar que la salida fue precipitada. Cuando me fui no tenía un plan. Me tomé algún tiempo para pensar a dónde ir, cuál iba a ser mi futuro. La primera decisión fue que me quería quedar a vivir en Atlanta, donde están mis hijos. No moverme de aquí cerraba mucho el margen de acción, porque no hay otro canal de televisión más que la CNN. Ya sabes, la necesidad es la madre de la creatividad.
Sabiendo que no voy ir a otro canal de televisión, al menos de manera presencial, empezaron a conjugarse varios elementos. Uno fue la demanda del público, que quería el contenido que daba en mi programa. El otro fue que empecé a investigar la televisión por internet Una caja que se conecta a la red y tienes, vía web, tus canales. Funciona de maravilla. Y ahí es donde empiezo a ver que internet es el futuro. Así me empieza a entrar el bichito; si yo tengo el contenido, un canal es solo una plataforma. ¿Cómo hacer para que a él acceda la misma o más cantidad de gente que la que me veía en CNN? Pues es internet. Cambié la plataforma
Con base en esta experiencia, ¿cuál es el futuro que ve para las grandes cadenas de televisión?
Todo va a ser vía internet y gratuito; se va a acabar la suscripción. Los chicos, los universitarios de hoy, ya no ven televisión y están enterados de todo. El eje es el contenido y la red. Un ejemplo de esa tendencia es la compra, por parte de Comcast de la NBC. La televisión por cable dejará de existir, todo será internet.
Steve Jobs sostenía que el corazón del negocio tecnológico hoy pasa por producir contenidos
Estoy totalmente de acuerdo, es así. Y cuando tienes la ventaja de tener un contenido muy particular, un nicho muy específico, puedes darte el lujo de cobrar por lo que ofreces. Es cierto que cada vez es más difícil, pero se puede hacer. El diario mexicano La Reforma permite acceder a su contenido vía web si estás suscrito, en cambio si ingresas vía IPod, es gratis. The Wall Street Journal es pago. Quienes tienen nichos muy específicos pueden cobrar, están en su derecho.
¿La tendencia es el Huffington Post (NR: periódico on line y el blog más enlazado en internet)? ¿Cree que se pueden reproducir esas experiencias? Su fundadora anunció una versión en español
Bueno, lo compró AOL por contenido. Eso demuestra que si logras hacer algo especial, de nicho, empiezas a acaparar la atención, los reflectores te apuntan, vas creciendo A eso es a lo que aspiro. Arianna Huffington tuvo el talento de generar ese contenido.
¿La marca personal hoy vale más que la de una cadena global?
Sí, puede ser. En la televisión, en los diarios, el talento personal es clave. Los columnistas exitosos son los que lo tienen. Oprah Winfrey, Martha Stewart son ejemplos de eso. Por supuesto, al talento hay que sumarle esfuerzo, sudor, ganas. Hay que tener la capacidad de crear algo que a la gente le interese
Este movimiento en los medios, ¿recién empieza?
A 16 años de la inserción masiva de internet todavía estamos descubriendo sus posibilidades. En América Latina poco a poco se va a dar la transición, se irá avanzando cada vez más hacia internet. La entrada masiva de los teléfonos móviles al mercado multiplica el acceso a la red. La gente sin recursos tiene más posibilidades de tener un teléfono que web por infraestructura en su casa. Ese es el flujo natural que lleva a vivir, interactuar y convivir con internet.
Aunque las nuevas tecnologías y el futuro de los medios lo entusiasman, Alberto Padilla también se apasiona al hablar de actualidad e intercambiar opiniones sobre lo que está pasando en el mundo, al que define como 'muy complicado'. Asegura que está interesado en encontrar a un pensador que lo ayude a descubrir qué tienen en común las movilizaciones de Egipto con las de Washington. Es que él está convencido de que, aunque a primera vista los motivos sean distintos, hay un sustrato unificador.
Hoy la actualidad global no da tregua, ¿cómo ve la situación?
El mundo está muy complicado. La situación económica es compleja, la más difícil que he visto en los 22 años que tengo como periodista. Tampoco habíamos visto manifestaciones, movilizaciones tan masivas como las que hoy estamos viendo más allá de las de los años sesenta. Todo empezó con la 'primavera árabe' pero se fue extendiendo. Hay un sentimiento de unidad entre ese enero egipcio y las últimas marchas en Estados Unidos, pasando por Madrid, Londres, Atenas y Santiago de Chile
¿Cuál es el denominador común que observa?
Es un descontento generalizado. La gente está disconforme, pero no sé dónde está el punto de unión entre ellos, no me queda muy claro. Me interesa encontrar a alguien que me ayude a entenderlo. En apariencia los hechos no tienen nada que ver; unos reclaman por democracia institucional y otros por democracia económica. La imposibilidad de acceder a una mejor calidad de vida es un punto que se aplicaría a los países pobres porque ahí no había movilidad social. En Estados Unidos sí la había, el 'sueño americano' existía. Los okupas de Wall Street no son claros en sus demandas, pero sí lo son en el diagnóstico de los problemas que ven. Tanto (George) Bush como (Barak) Obama fallaron en rescatar a la población. Rescataron a los bancos, a las automotrices, pero no a la gente. En Estados Unidos el que se queda sin trabajo se queda sin nada, sin casa, sin salud; todos los programas de ayuda a los deudores son para quienes están al día con los bancos. Por ejemplo, en la crisis de México, en 1994, las autoridades salvaron tanto a los bancos como a los propietarios de las casas. Acá el 9,1% de la población está desempleada, son millones de personas que perdieron todo; solo tienen un estipendio del gobierno, que es finito.
Cuando la crisis empezó, en el 2008, varios economistas pronosticaron el fin del capitalismo. El sistema sigue en pie, ¿cree que, al menos, habrá cambios fuertes?
Soy capitalista y promercado pero reconozco que en Estados Unidos mientras la población no es rescatada, las empresas tienen enorme rentabilidad. No veo la relación entre el sistema económico y lo que pasó en Wall Street en el 2008; ese fue un problema de la regulación o, en todo caso, de capitalismo mal entendido
¿Hay para mucho tiempo más de desasosiego económico?
La recuperación será larga, aunque la crisis como tal haya sido corta. No veo una solución fácil, una salida. Europa va a caer. No se están tomando medidas de fondo que pasarían por rescatar a la gente. No hay liderazgo político.
¿Ahora sería 'es la política estúpido'?
(Risas) Tal cual. Nadie tiene liderazgo. No lo tiene Obama, no lo tuvo Bush. En Estados Unidos hay un impasse político muy importante. Pero también en Europa pasa lo mismo. No es que Estados Unidos sea el niño malo. En Europa el Titanic tiene a la vista el iceberg y nadie va al timón. Es la primera vez en que todos tenemos cero en economía y cero en política
Latinoamérica, en esta oportunidad, no está en medio del terremoto
Es cierto. Diría que ha hecho un buen trabajo en la defensa pero no avanza en la ofensiva No es activa.