El turismo sigue siendo uno de los sectores que más crece en muchas partes del mundo y 2025 no parece que vaya a ser la excepción. Según algunos datos, el número de visitantes internacionales ha ido mejorando hasta llegar a superar incluso los niveles prepandemia.
Pero esta oleada de turistas no solo afecta a las zonas de playa o a los destinos rurales. Las grandes ciudades se están convirtiendo en el nuevo epicentro de un fenómeno que va más allá del turismo tradicional. Hablamos del auge de los alquileres impulsados por la demanda internacional.
En los últimos años, la línea entre el turista y el residente temporal se ha ido desdibujando. Cada vez hay más personas que, en lugar de alojarse en un hotel por unos días, optan por alquilar apartamentos amueblados en Barcelona o en otras ciudades muy turísticas durante semanas o incluso meses.
Ya sea porque teletrabajan, por motivo de sus estudios o simplemente por el placer de vivir una temporada en otra ciudad, el alquiler urbano de media estancia está ganando peso. Y eso está transformando el mercado inmobiliario.
Este nuevo tipo de huésped busca la comodidad, la flexibilidad y, sobre todo, la posibilidad de sentirse como en casa. Por eso están creciendo las plataformas digitales que facilitan encontrar alojamiento listo para entrar a vivir, con una vivienda totalmente equipada y ubicada en zonas céntricas.
CAMBIOS EN LA DEMANDA Y EN LOS PRECIOS
El impacto del turismo internacional se nota especialmente en la evolución de los precios del alquiler urbano. En 2025, varias ciudades han registrado incrementos interanuales superiores al 8 %, según algunos informes.
Parte de esta subida está relacionada con la reducción de la oferta provocada por las nuevas regulaciones relacionadas con la vivienda turística que está habiendo en algunos países europeos especialmente. Esto ha limitado las licencias de este tipo de viviendas en muchas zonas céntricas de las grandes ciudades.
Esto ha llevado a muchos propietarios a reconvertir sus apartamentos turísticos en alquileres de media estancia. De hecho, este tipo de alquiler se está convirtiendo en una alternativa bastante rentable para muchos inquilinos, ya que, de esta manera, les permite generar unos ingresos más constantes sin depender tanto de que sea temporada alta o baja.
El reto ahora está en encontrar el equilibrio entre satisfacer la demanda de los visitantes internacionales y proteger el acceso a la vivienda de las personas que viven en el país. Algunas ciudades ya han empezado a estudiar implantar unas medidas específicas para gestionar este nuevo tipo de turismo, usando, por ejemplo, un modelo de cuotas de viviendas disponibles o de un cierto límite de viviendas de este tipo por barrios.
DOS FACTORES CLAVE
Uno de los aspectos que está marcando este 2025 en este sector es la tecnología. Desde el check-in automatizado hasta la firma de contratos digitales o la monitorización del consumo energético, la digitalización ha simplificado muchos procesos que antes eran más complicados y ha mejorado la experiencia tanto de los huéspedes como de los propietarios.
La sostenibilidad también ha ganado protagonismo en 2025. Los viajeros internacionales valoran cada vez más alojarse en un alojamiento con un certificado energético alto o con un buen sistema de reciclaje.
Podemos decir que todo apunta a que el turismo internacional seguirá impulsando la demanda de alquileres urbanos en 2025 y en los próximos años. Para los propietarios, adaptarse a este escenario es una oportunidad de oro, puesto que quien sepa entender las nuevas necesidades del viajero moderno no solo conseguirá que su vivienda siga siendo rentable, sino que también ayudará a consolidar esta tendencia más equilibrada y sostenible del mercado inmobiliario.