25-10-2018 Cuando pensamos en las potencias mundiales, viene a nuestra mente avances tecnológicos, desarrollo y, sobretodo, educación de calidad. Está claro que, sin una buena educación, ninguna nación puede superarse. Por eso, es importante analizar las experiencias de otros países para poder replicar buenas prácticas y aprender de estos procesos. Tal es el caso de Shanghái.