Los cielos vuelven a tener tráfico en el arranque de 2021, tras un año en el que la mayoría de aeronaves fueron forzadas a permanecer parqueadas por meses. Sin embargo, la recuperación no no va con la velocidad ansiada.
'Aunque nos gustaría ser más positivos, por ahora, esta es la realidad a la que se enfrentan el transporte aéreo y muchas empresas relacionadas con los viajes y el turismo', dijo a Estrategia&Negocios, Peter Cerdá, vicepresidente de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) para las Américas.
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El inicio del año no fue esperanzador para el sector. Lla demanda de pasajeros en las aerolíneas mundiales fue un 72% menor en enero de 2021 respecto al mismo mes de 2020 -cuando aún no había restricciones masivas por la aparición del nuevo coronavirus- un porcentaje más bajo que el registrado en diciembre 2020, cuando el desplome fue del 69,7%, según los datos proporcionados por la organización que representa a unas 290 aerolíneas, que comprenden el 82% del tráfico aéreo mundial.
Los peores números se reflejaron en los vuelos internacionales, donde la caída interanual fue del 85,6 % en enero (tres décimas más que en diciembre), mientras que en los vuelos nacionales la baja fue del 47,4 %.
Cerdá resalta que la recuperación es empujada por los vuelos domésticos y luego pasa a los mercados internacionales. "De esta manera, los países que cuenten con mercado domésticos fuertes como México, Brasil y Colombia tienen una ventaja significativa sobre mercado que dependen del tráfico en conexión o internacional como es el caso de Panamá".
Tomando en cuenta las cifras del primer mes del año, se le preguntó al ejecutivo si ven signos de recuperación en este 2021, tras vivir el peor año de la historia en la industria de la aviación. A esto responde que "cualquier pronóstico de recuperación debe verse con cautela; hay muchas variables que podrían afectar la velocidad de recuperación del tráfico aéreo. Estas incluyen la capacidad de los países de implementar sus planes de vacunación, la aparición de nuevas cepas que provoquen rebrotes, entre otras".
El ejecutivo agrega que el escenario podría mejorar si los gobiernos se muestren cautelosos en flexibilizar las restricciones a los viajes, "sólo alcanzaremos el 46% de los niveles de tráfico de 2019 a finales de 2021. Y no esperamos una recuperación total de los viajes internacionales a los niveles de 2019 hasta 2024", agrega.
2019 había sido el décimo sexto año continuo de crecimiento del tráfico de pasajeros, superando los 300 millones de pasajeros, datos que respaldaban un futuro prometedor para el sector. La aviación comercial de Latinoamérica y el Caribe logró el récord de 307,3 millones de pasajeros transportados en el año previo al COVID, cifra que se tradujo en un 3,9% más (11,5 millones de pasajeros) que los datos reportados al cierre del 2018.
El pronóstico de referencia de IATA para 2021 es de una mejora del 50,4% en la demanda de 2020 que llevaría a la industria al 50,6% de los niveles de 2019. Si bien esta opinión permanece sin cambios desde el año pasado, existe un grave riesgo a la baja si persisten restricciones de viaje más severas en respuesta a nuevas variantes.
Si tal escenario se materializa, la mejora de la demanda podría limitarse a solo un 13% sobre los niveles de 2020, dejando a la industria en el 38% de los niveles de 2019.
Peter Cerdá, vicepresidente de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) para las Américas. Foto IATA.
Retroceso de 12 años
En el año COVID, los viajes aéreos colapsaron 66%, en comparación con las cifras registradas en 2019, volviendo a los niveles de 1998, de acuerdo con el resultado final de 2020 de IATA.El punto más bajo se registró en abril de 2020, cuando los pasajeros pagos transportados por kilómetro (RPK, por sus siglas en inglés) globales bajaron un 94% con respecto a abril de 2019.
Por su parte, la Asociación Latinoamericana y del Caribe de Transporte Aéreo (ALTA) indica que el año pasado las aerolíneas de la región transportaron a 177,3 millones de personas, cifra 59,2 % inferior al ritmo que el sector tenía en 2019.
ALTA destaca que en Latinoamérica abril de 2020, momento en el que los aeropuertos de la mayoría de países -incluyendo los de Centroamérica - fueron cerrados con la esperanza de contener los contagios por el nuevo coronavirus, que se declaró como pandemia el 11 de marzo de 2020, también fue el peor año para el rubro cuando la cantidad de viajeros se desplomó a un millón, una cifra que para diciembre del mismo año ya era de 20 millones, lo que se traduce en una disminución del 50% del flujo registrado en el mismo mes de 2019.
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Flexibilidad de restricciones, factor clave
Por el momento, las aerolíneas están enfrentando demandas débiles producto de la reticencia de los pasajeros de volver a viajar.Es por ello que algunas empresas "han tomado medidas como reducir costos, e incentivar la demanda ofreciendo tarifas competitivas y operando vuelos a pesar de que estos cuenten con bajos factores de ocupación e incluso en pérdida", de acuerdo con Cerdá.
Pese a que la confianza por parte de los viajeros va subiendo, las restricciones para volar están sopesando a la hora de querer tomar un avión.
"La última encuesta entre viajeros revela un incremento de la confianza para volver a viajar en avión, pero se destaca el aumento de la frustración por las restricciones de viaje, y la aceptación de aplicaciones para gestionar credenciales de salud necesarias para viajar', destaca el vicepresidente IATA.
Mientras que José Ricardo Botelho, director ejecutivo de ALTA, indica que la recuperación del sector tomará tiempo y esfuerzo, pero "para lograrlo será necesario seguir con los controles de bioseguridad y los avances en los planes de vacunación en los distintos mercados de la región".
Los expertos como Rafael Echevarne, director general del Consejo Internacional de Aeropuertos para América Latina y El Caribe (ACI-LAC), aseguran que el transporte aéreo está probado que no es vector de transmisión. Indica que, por un lado, los aviones cuentan con filtros de aire que tienen mecanismos similares a los utilizados en salas de cirugías y que eliminan el 99,9% de las bacterias, además de tener la capacidad de renovar el aire cada dos minutos; dos características con las cuales no cuentan otros medios de transporte.
Los filtros de aire de los aviones ayudan a limpiar el ambiente.
Viajes de negocios en ´stand by´
La Asociación Mundial de Viajes de Negocios (GBTA, por sus siglas en inglés) estima que el impacto de la pandemia en la industria ha sido aproximadamente 10 veces más severo que cualquiera de otros episodios, como el SARS-COV2 en 2013 o los atentados del 911 en Estados Unidos (2001). Y esta vez, las compañías pueden haber encontrado mejores sustitutos."Los resultados de las reuniones realizadas en Zoom respecto de las sostenidas en persona no son muy diferentes, pero las diferencias en los costos son como el día y la noche", mantenía Richard Curtin, director de la encuesta de consumidores de la Universidad de Michigan donde se tocó este punto en Estados Unidos. "Será difícil justificar los costos que alguna vez fueron apoyados".
La GBTA estima que el gasto mundial en viajes de negocios no recuperará a su máximo previo a la pandemia de US$1,4 billones hasta 2025.
Datos:
Según estimaciones de la IATA, antes de la crisis sanitaria la industria de la aviación aportaba US$156.000 millones en Producto Interno Bruto regional y era el motor de 7.2 millones de empleos.En el año COVID, los viajes aéreos colapsaron 66%, en comparación con las cifras registradas en 2019, volviendo a la industria a los niveles registrados en 1998.