"Vamos a empezar de manera gradual, pero ya desde hoy (jueves) tomando acción para eliminar varias garitas" aduaneras ubicadas en estados que colindan con Estados Unidos y Guatemala -aunque no precisamente sobre las fronteras-, anunció el mandatario, en un acto público celebrado en Chihuahua (norte).
Con esta medida se busca "facilitar el comercio, que tengamos menores tiempos de revisión (…) y menores costos para el despacho de mercancías", comentó por su parte el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, que abogó por la implantación de una "ventanilla única" y alta tecnología para combatir acciones ilegales.
México comparte una frontera de más de 3.000 km con Estados Unidos y otra de 1.000 km con Guatemala, y con ambos países firmó tratados de libre comercio.
Con unos 350 millones de cruces al año, la frontera mexicano-estadounidense es la más transitada en el mundo. Un 70% de los cerca de 500.000 millones de dólares de intercambios anuales se efectúa a través de la frontera terrestre, según datos oficiales de Estados Unidos, primer socio comercial de México.
Por otro lado, el decreto que permite a las zonas fronterizas de México importar mercancías con un arancel significativamente más bajo que al resto del país "ampliará su vigencia para los próximos tres años", pese a que estaba previsto que finalizara el próximo 31 de diciembre, acotó Videgaray.
Una reforma fiscal aprobada a finales de octubre implicó la homologación del Impuesto al Valor Agregado (IVA) que se aplica en los estados mexicanos fronterizos con Estados Unidos, anteriormente de 11%, con la del resto del país, de 16%.
Los anuncios gubernamentales de este jueves se inscriben en un programa de apoyo a 11 estados fronterizos del norte y del sur, que contará con una inversión de unos 2.256 millones de dólares.
Este programa incluye fondos para familias de bajos ingresos, obras de infraestructura, la creación de créditos para pequeñas y medianas empresas, el fomento del turismo y un programa de control de precios en la zona norte para evitar abusos a raíz del incremento del IVA.
Los operativos de seguridad en la frontera de México y Estados Unidos, endurecidos tras los ataques en Nueva York del 11 de septiembre de 2001 y que también tratan de evitar el tráfico de drogas y la migración indocumentada, se traducen en gastos para ambos gobiernos y empresas que alcanzan los 7.800 millones de dólares anuales, de acuerdo con un informe difundido en junio por dos centros de estudio estadounidenses y uno mexicano.
Con esta medida se busca "facilitar el comercio, que tengamos menores tiempos de revisión (…) y menores costos para el despacho de mercancías", comentó por su parte el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, que abogó por la implantación de una "ventanilla única" y alta tecnología para combatir acciones ilegales.
México comparte una frontera de más de 3.000 km con Estados Unidos y otra de 1.000 km con Guatemala, y con ambos países firmó tratados de libre comercio.
Con unos 350 millones de cruces al año, la frontera mexicano-estadounidense es la más transitada en el mundo. Un 70% de los cerca de 500.000 millones de dólares de intercambios anuales se efectúa a través de la frontera terrestre, según datos oficiales de Estados Unidos, primer socio comercial de México.
Por otro lado, el decreto que permite a las zonas fronterizas de México importar mercancías con un arancel significativamente más bajo que al resto del país "ampliará su vigencia para los próximos tres años", pese a que estaba previsto que finalizara el próximo 31 de diciembre, acotó Videgaray.
Una reforma fiscal aprobada a finales de octubre implicó la homologación del Impuesto al Valor Agregado (IVA) que se aplica en los estados mexicanos fronterizos con Estados Unidos, anteriormente de 11%, con la del resto del país, de 16%.
Los anuncios gubernamentales de este jueves se inscriben en un programa de apoyo a 11 estados fronterizos del norte y del sur, que contará con una inversión de unos 2.256 millones de dólares.
Este programa incluye fondos para familias de bajos ingresos, obras de infraestructura, la creación de créditos para pequeñas y medianas empresas, el fomento del turismo y un programa de control de precios en la zona norte para evitar abusos a raíz del incremento del IVA.
Los operativos de seguridad en la frontera de México y Estados Unidos, endurecidos tras los ataques en Nueva York del 11 de septiembre de 2001 y que también tratan de evitar el tráfico de drogas y la migración indocumentada, se traducen en gastos para ambos gobiernos y empresas que alcanzan los 7.800 millones de dólares anuales, de acuerdo con un informe difundido en junio por dos centros de estudio estadounidenses y uno mexicano.