La solicitada, que ocupa toda una página del prestigioso diario estadounidense y lleva la firma del ministerio de Relaciones Exteriores de la República Boliviariana de Venezuela, se enmarca en la escalada diplomática entre ambos países.
'Carta al pueblo de Estados Unidos. Venezuela no es una amenaza', indica en su encabezado el texto que destaca que el país sudamericano cree en la 'paz, soberanía nacional y derecho internacional' y es una 'sociedad abierta'.
'Nunca antes en la historia de nuestra naciones, un presidente de Estados Unidos ha intentado gobernar Venezuela por decreto. Es una orden tiránica e imperial', afirma la carta en referencia a la orden de Obama del pasado 9 de marzo, que impuso nuevas sanciones contra siete funcionarios venezolanos a quienes señala por violaciones de derechos humanos.
En su decreto, Obama calificó la situación en el país sudamericano como 'amenaza extraordinaria e inusual a la seguridad nacional y la política exterior de Estados Unidos'.
Según la carta abierta, esa 'acción desproporcionada' tiene 'potencialmente implicaciones de largo alcance' de interferencia tanto a nivel 'constitucional' como 'legal'.
Por ello, el gobierno del presidente Nicolás Maduro exige a su homólogo estadounidense que 'cese de inmediato sus acciones hostiles' y a Obama que 'derogue' el decreto en cuestión.
Maduro recibió el sábado pasado el apoyo de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), que también solicitó a Estados Unidos derogar las sanciones.
Además, el parlamento venezolano aprobó el domingo unos superpoderes 'antimperialistas' pedidos por Maduro para gobernar por decreto hasta fin de 2015 en materia de seguridad y defensa.
La tensión con Estados Unidos no afectó hasta ahora las ventas venezolanas, de casi un millón de barriles diarios de petróleo.