POR AFP
La producción de azúcar en Brasil, apoyada en una zafra sin precedentes y precios mundiales favorables, alcanzó un nivel histórico en la temporada 2023-2024, consolidando al país como el mayor productor mundial, según cifras oficiales divulgadas este jueves.
La producción ascendió a 45,7 millones de toneladas, un alza del 24%, anunció la Compañía Nacional de Abastecimiento (Conab) en su último informe.
Brasil, el mayor exportador mundial de azúcar, también alcanzó un récord de ventas al exterior entre abril de 2023 y marzo de 2024, con 35,2 millones de toneladas, 26,8% más respecto de la zafra anterior.
Además del aumento de los precios mundiales, Conab señaló que el país suramericano se benefició de una "disminución de los envíos de productores importantes como India y Pakistán, que han sufrido problemas climáticos".
El gigante agrícola cosechó 713,2 millones de toneladas de caña de azúcar durante esta temporada (+16,8%).
El resultado de la zafra refleja además el aumento de la productividad en las principales regiones productoras, impulsado tanto por las inversiones en el sector para renovar las plantaciones como por condiciones climáticas favorables, particularmente en el estado de Sao Paulo (sureste), explicó la empresa pública vinculada al Ministerio de Agricultura.
La productividad alcanzó los 85.580 kilos por hectárea, un 16,2% más que en la cosecha anterior.
Ante los atractivos precios mundiales del azúcar, los productores brasileños prefirieron la producción de la materia prima frente a la de etanol (producido a partir de caña de azúcar), que aún así aumentó un 12%, hasta los 29.700 millones de litros.
Después de alcanzar en septiembre pasado su nivel más alto desde 2010, los precios mundiales del azúcar, calculados por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), han vuelto a caer, sobre todo en vista de las perspectivas de una cosecha abundante en Brasil.
En marzo, "la magnitud de las exportaciones de Brasil también afectó los precios mundiales del azúcar". Pero "los continuos temores sobre la cosecha" en el país sudamericano, "que sufrió una sequía prolongada", finalmente "limitaron la caída", indicó la FAO en su informe mensual sobre los precios de los alimentos de principios de abril.