César Díaz subió al estrado y allí agradeció el premio en nombre de todo el equipo que participó en su ópera prima: "Nuestras Madres", donde cuenta la historia de un hombre que busca a su padre desaparecido.
¿Qué representa este premio para el cine centroamericano?
El hecho de que llegamos a un momento en el cual sabemos hacer cine, sabemos contar historias. Tenemos historias que contar y eso creo que es importante. También representa el momento en el cual nuestras industrias, que son incipientes, que son nacientes, pueden crecer más.
¿Es el primer premio de esta categoría para el cine de la región?
Costa Rica estuvo seleccionada con ‘Ceniza negra’ al mismo tiempo. Para la industria centroamericana este año fue increíble, con un cortometraje en la Semana de Crítica y dos largos en la Semana de la Crítica de Cannes, algo histórico. Nunca habíamos tenido algo así en el Festival de Cannes.
¿Qué le llevó a estudiar cine?
Yo quería ser actor. Empecé estudiando teatro en México y en los últimos años de la escuela de teatro hay unas clases que se llaman el actor frente a la cámara. Cuando comenzamos a jugar con esas cámaras y empezamos a filmarnos entre nosotros fue donde me di cuenta que tenía más ganas de estar detrás de las cámaras que delante de las cámaras. Eso me gustó un montón y cuando terminé en México ya venía con esa idea de que la formación artística es importante, tenía ganas de irme a Cuba a estudiar en la Escuela de San Antonio. No me aceptaron y me quedé ese año vagando porque no tenía otro proyecto académico. Como tengo una parte de la familia en Bélgica me dijeron ‘ven a Bélgica, te pasas un año sabático, aprendes francés’. Una vez que estaba allá descubrí la escuela de cine, fue una transición muy natural. Creo que fue eso, filmar a mis compañeros en la escuela, que me dieron ganas de comenzar a hacer cine, de explorar ese terreno y dejar de estar frente a las cámaras.
¿Por qué esta historia como ópera prima?
Tenía ganas de explorar dos cosas: cómo se hacen los duelos, qué es lo que te permite hacer un proceso de duelo sobre todo cuando ha habido desaparecidos, cómo logras enterrar a tu ser querido cuando no sabes realmente si está muerto o no está muerto, no sabes cómo murió. Me parecía interesante cómo la ciencia a través de los test de ADN te pueden decir ‘a quien ves aquí es tu pariente’. A partir de ahí tú puedes enterrar a o hacer la ceremonia que necesites hacer y empezar un proceso de duelo. Me llamaba mucho la atención, que la ciencia te permita hacer un duelo, me parecía fantástico.
La otra cosa que siempre me llamó la atención y por eso se llama ‘Nuestras madres’ es ver la entereza de las mujeres sobrevivientes y ver cómo siguen de pie a pesar de todo lo que les han hecho y todo lo que han pasado. Siguen ahí, siguen contando la historia, siguen siendo las guardianas de la memoria y las que mantienen el tejido social guatemalteco. Si esas mujeres se quiebran, el país se quiebra. Las dos historias juntas hicieron que yo creara este personaje que anda buscando a su papá.
¿Tiene algo de autobiográfico?
Sí, tiene algo de autobiográfico en relación con la historia de mi familia y mi padre, pero yo no quería hacer una película autobiográfica, yo no quería hablar de mí y de mis dolores, sino que quería hablar de algo mucho más grande que tiene que ver con el país y que tiene que ver con mucha gente.
Algunos se oponen a esta temática en el cine, dicen que ya basta de contar lo que pasó durante el conflicto, cerremos la página ¿Qué les dice?
Para mí y para mi generación que fue tan marcada por lo que sucedió, solo pasar la página para decir que pasó la página no se vale. Creo que hay que crear objetos como libros, películas, monumentos, acciones, guías, conmemoraciones para que no se olvide y para, a nivel personal, exorcizar esos demonios. La otra cosa es que yo creo que es muy injusto decir ya pasemos la página hasta que no cerremos con un proceso de verdad y de justicia. Creo que es injusto, sobre todo con las personas que esperan.
Hay en medio 250.000 personas. No podemos hacer el impasse sobre todo y decir ya, pasamos la página y todo va a estar bien. No, no va a estar bien. Hay 250.000 familias que están esperando saber dónde están sus seres queridos y que exista un mínimo de justicia porque lo que sucedió no es justo, una cosa es un conflicto y otra crímenes de lesa humanidad. Pongamos las cosas en orden y llamémoslas por su nombre. Yo creo que hasta que ese proceso no exista de una manera seria no lo vamos a lograr y vamos a seguir hablando de esto porque es necesario, sino en 30 o 40 años esto va a volver a suceder y creo que lo último que queremos todos, incluso esas personas que dicen pasemos la página, es que esto vuelva a suceder.
La industria del cine en Guatemala
Productores de la cinta y el director destacaron la necesidad de una ley de cine en el país. El cine chapín ha ganado premios en grandes festivales. "Y sin embargo estos reconocimientos para el cine guatemalteco han sido conseguidos con muy poco apoyo institucional en Guatemala y sin ninguna garantía legal que cuide y respalde las producciones nacionales", destacaron.No existe ningún fondo específico para el apoyo y producción cinematográfica y televisiva, quedando esta industria totalmente relegada a la producción de bajo presupuesto o a las coproducciones internacionales, en clara desventaja ante otros países que tienen regulados en su legislación los apoyos, incentivos y garantías para resguardo y promoción de su industria cinematográfica.