Si nada cambia, la deuda pública acumulada llegaría el próximo año a Q134.392,8 millones (US$17.495 millones), lo cual representaría un incremento del 7,7%.
Respecto de otros períodos, el mayor porcentaje de endeudamiento será por la vía bonificable. Guatemala no pudo acceder a las líneas de préstamos para apoyo presupuestario de organismos financieros internacionales debido a la reciente crisis política que vivió el país, que generó un clima de inestabilidad.
Eso significa que los Q14.106 millones (us$1.836 millones) se tendrían que cubrir con bonos del Tesoro colocados en los mercados interno o externo, el 78,5% para financiar el plan de gasto. Por la vía de préstamos se colocaría el 21,5%.
En años anteriores la tasa de participación del financiamiento era distribuida en 50%.
Para el presupuesto de ingresos se proyecta un monto por Q57.941 millones (US$7.543 millones), de los cuales Q54.555,8 millones (US$7.102 millones) provendrán de ingresos tributarios.
En el presupuesto de gasto se calculan Q67.960 millones (US$8.847 millones).
La cantidad planteada por endeudamiento significa que el saldo de la deuda continuará en la fase de expansión en que se ha mantenido en los últimos 16 años.
Los miembros de la Comisión de Finanzas del Congreso se han concentrado en escuchar la demanda de más recursos, así como la posible repartición de asignaciones. Por ley el Congreso deberá aprobar el endeudamiento.
Deuda por habitante
Si el total de la deuda externa fuera pagado por la población, cada guatemalteco debería aportar Q7.838,20 (US$1.020,4) el próximo año.
El endeudamiento adquirido -hasta ahora- está previsto para liquidarse en el año 2054, o sea que se tendrá que pagar en los siguientes 39 años, según el Crédito Público del Ministerio de Finanzas.
"En el presupuesto del 2016 se sigue proponiendo el uso de la deuda pública como práctica de financiamiento, propuesta que no es sana porque hay que pagarla y no es una fuente permanente de ingresos", expuso érick Coyoy, ex viceministro de Finanzas.
El presupuesto que conoce el Congreso se eleva en 2.4% sobre el vigente.
La deuda neta quedará en Q9.636 millones (US$1.254,4 millones.
En esta ocasión se está contratando deuda a un costo más alto, por la emisión de bonos, ya que por el pago de intereses los acreedores de los títulos del Estado recibirán un promedio anual del 7%, cuando en el caso de los préstamos la tasa promedio es de 3%.
Además, por la urgencia de fondos la deuda bonificada tiene una inmediata colocación en el mercado, lo que le favorecería a la siguiente administración por la disposición de fondos frescos.
Esta deuda es adquirida en su mayor parte por el sistema financiero (bancos), así como por entidades públicas como el Seguro Social.
Al 31 de agosto del presente año el monto de la deuda ascendía a Q118.283.89 millones (US$15.398,6 millones), que representan el 24,3% del Producto Interno Bruto, de la cual 15,3% es deuda bonificada y 9% préstamos.
Sin embargo, se calcula que el monto podría cerrar en Q124.756 millones (US$16.241,1 millones) para diciembre.
En los últimos 16 años la deuda pública se ha incrementado en 386%.