Por revistaeyn.com
José Raúl Mulino, abogado y exministro de Seguridad, promete regresar a Panamá a la bonanza económica de hace una década y detener la migración irregular por el Darién y podría convertirse en presidente del país.
Mulino cuenta con el apoyo del exmandatario Ricardo Martinelli, a quien sustituyó como candidato presidencial con miras a las elecciones del próximo domingo, y lidera las encuestas de intención de votos sobre los otros siete aspirantes en uno de los comicios más complejos en Panamá.
El candidato se metió de lleno a la campaña con la estrategia de atraer al electorado con su promesa de regresar a los buenos tiempos económicos y la generación de empleo que caracterizaron la gestión de Martinelli.
La economía panameña fue la de más rápido crecimiento en Latinoamérica en los últimos diez años, producto de la construcción de grandes obras como la expansión del Canal de Panamá y la primera línea del Metro capitalino, el primero en Centroamérica.
“Atacamos como nunca antes el desempleo y la pobreza”, destacó Mulino a sus partidarios en su cierre de campaña.
“La mayoría de los panameños están de mal humor y enfadados con la clase política del país”, afirma Michael Shifter, profesor adjunto en la Universidad Georgetown. “Mulino se beneficia de la imagen de Martinelli y de la percepción de que el país estaba mucho mejor bajo el mandato del expresidente”.
En un reciente mitin en un poblado en las afueras de Ciudad de Panamá, Mulino —utilizando como siempre una gorra azul que dice “Martinelli Mulino 2024"— subrayó que el mensaje que está llevando a todo el país es el de “un gobierno de esperanza, de empleo... porque vamos a trabajar, trabajar y trabajar para volver a darle fe y confianza en nuestro sistema y reforzar nuestra democracia. De eso se trata”.
Una de sus iniciativas de campaña, que también figura en los planes de algunos de los otros candidatos, es extender la línea del tren de pasajeros que inició Martinelli desde la capital del país hasta la provincia de Chiriquí, fronteriza con Costa Rica.
No obstante, los expertos advierten que la realidad actual es muy diferente a la que encontró Martinelli en 2009. El país de más de cuatro millones de habitantes atraviesa problemas fiscales y una economía que se desacelerará en 2024 debido al cierre de una mina de cobre canadiense a fines del año pasado tras protestas multimillonarias y la sequía que redujo por primera vez en la historia los tránsitos por el Canal de Panamá.
Mulino y Martinelli insisten en que hay dinero. En una cuña de ambos por la televisión, el exgobernante pregona que impulsarían el “mayor programa de primer empleo en la historia de este país y ‘buco chen chen’ (mucho dinero) para ti”.
Uno de los logros que proclama Mulino de su gestión de seguridad fue expulsar a un frente de la hoy extinta guerrilla Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) de la selvática provincia del Darién, en la frontera con Colombia, aunque los expertos afirman que fue precisamente en ese periodo en que afloró la migración irregular por esa zona inhóspita y sin ley, donde —aseguran— siguieron operando traficantes de drogas, de armas y más adelante de migrantes.
“Vamos a cerrar Darién y vamos a repatriar a todas estas personas como corresponde, respetando los derechos humanos", lanzó Mulino en una reciente actividad de campaña. Los expertos ven difícil cerrar una peligrosa jungla por donde el año pasado cruzaron más de medio millón de migrantes, una cifra récord.
Con información de VOA