La Cámara Nicaragüense de Plantas Exportadoras de Carne Bovina (Canicarne) cifra en 300.000 cabezas de ganado las faltantes en los dos últimos años, en base a estadísticas oficiales.
Este número de reses ‘extraviadas’ suponen una pérdida al fisco nacional de US$9 millones, en el IR.
Las plantas industriales de la carne compran reses con un peso de 350 kilogramos cuyo valor puede oscilar entre US$900 y US$1.000, a los que se les aplica un 3% en concepto del Impuesto sobre la Renta, de ahí sale la cifra de US$9 millones.
Se estima que las plantas industriales de la carne sacrificaron alrededor de 625.000 reses en ese periodo, con un aporte al IR de unos US$19 millones, informa El Nuevo Diario, de Nicaragua.
Los datos oficiales en poder de Canicarne reflejan que en el mismo período, 2013-2014, se exportaron unas 50.000 reses en pie. Las exportaciones cárnicas han bajado un 8,5%, respecto al año anterior.
En los últimos días, la industria de la carne denunció que hay una escasez de ganado para el destace, como resultado del contrabando de ganado, lo que ha provocado un incremento en los precios de la carne en el mercado nacional, y una amenaza para los puestos de trabajo en el sector.
