Estos son tiempos de decisiones dolorosas para las empresas. Pero sacrificar personal o trasladar los costos al consumidor vía precios no es la mejor forma de sobrevivir.
'Gente bien administrada debería agregar mucho más valor que costos a la compañía. Deshacerse de la gente es equivalente a deshacerse de los activos que la empresa necesitará para salir de la recesión. La mejor respuesta a la crisis es reducir el desperdicio en los procesos y hacer que el valor fluya a través de la cadena de valor'.
Así lo afirma Rosa Zapata, directora de CDI Latinoamérica, una compañía global que crece en la región latinoamericana, apoyando a las empresas en el proceso de convertirse en instituciones de clase mundial.
Entre sus clientes más importantes están Nestlé, Coca-Cola, SABMiller, BHP Billiton y Johnson-Diversey.
Competitive Dynamics International (CDI) nació en 1997 en Sudáfrica, con la misión de ayudar a las empresas a alcanzar una competitividad de clase mundial y convertirse en excelentes lugares para trabajar.
Sus dos directores, Ian Matheson y Dieter Lange, hoy están a la cabeza de 29 socios y aproximadamente 100 consultores alrededor del mundo.
De Sudáfrica, CDI se extendió al Reino Unido; posteriormente llegó a Australia y Nueva Zelanda. Actualmente, la firma cuenta con oficinas en 18 países y clientes en más de 60 naciones alrededor del planeta. En Latinoamérica, CDI opera oficinas en Honduras y Sao Paulo (Brasil). CDI se ha expandido al mundo de manera orgánica, sin la adquisición de otras compañías de consultoría.
