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Hope College: universidad sin barreras para ingresar

El precio de la educación superior en EE.UU. creció 907 % de 1979 a 2020. Hope Forward propone un nuevo modelo disruptivo de financiamiento.

2022-10-14

Por Claudia Contreras - Revista Estrategia & Negocios

Matthew Scogin cree que puede ayudar a hacer la educación superior de Estados Unidos más asequible. Hace 20 años fue estudiante en Hope College. Luego, estudió un postgrado en Harvard. Trabajó 11 años en la Bolsa de Valores de Nueva York (NYSE). Se postuló en 2019 a la presidencia de Hope College, en Holland, a la orilla del lago Michigan, para cambiar el modelo de financiar la educación superior en Estados Unidos.

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En los primeros años de su vida entendió que la educación superior era importante para su desarrollo económico. “Muchos estudiantes enfrentan barreras de entrada para estudiar en la universidad. En los 2000, un año de matrícula en la universidad costaba US$20.000. Hoy cuesta más del doble: US$46.000”, explicó Scogin. Añadió: “¿Qué pasa con el precio de la educación superior en Estados Unidos? Creció 907%. En 1979 costaba US$3.255. En 2020 ascendió a US$32.769”.

Scogin expuso su modelo disruptivo para pagar la educación superior en el ciclo de conferencias del Festival South by Southwest SXSW en mayo de este año. Destacó que así como ha subido el precio de matrículas también lo ha hecho el mercado de préstamos universitarios en Estados Unidos.

“Los estadounidenses deben US$1.7 trillones en deuda estudiantil. Si ése fuera el PIB de Estados Unidos, sería el noveno país más grande del mundo”. En ese contexto, Scogin se planteó reimaginar cómo los estudiantes pueden financiar su educación universitaria.

“La visión es una donde los estudiantes pagan a través de donaciones una vez que se gradúan, en lugar de pagar por matrícula o quedar en deuda”, explica.

Hope College: universidad sin barreras para ingresar

Creó Hope Forward, un programa que nació en 2021 con 22 estudiantes. En 2022 arrancó un segundo grupo con menos de 60 alumnos provenientes incluso de Estados Unidos, Honduras, Haití y otros países de América Latina, con la misma visión: pagar después su matrícula universitaria.

Acceder a educación superior en Estados Unidos es para muchos sinónimo de grandes préstamos bancarios y por ende, deudas a largo plazo. Scogin insistió en entrevista con E&N que su meta final es formar a alumnos que piensen en generar un impacto positivo en el mundo.

En lugar de buscar carreras para tener altos salarios, ambiciona que sus estudiantes pensarán diferente y en el tipo de impacto que tendrán en el mundo.

“Debido a que este es un modelo Págalo después, la forma en la que funciona es que los estudiantes se comprometen a contribuir con Hope College una vez que se gradúen. Lo que hacen es pagarlo después. Reciben su educación debido a la generosidad de otros y acuerdan hacer lo mismo: invertir en la educación de otra generación de estudiantes que vendrá después de ellos. Así que una de las metas de este programa es que los graduados de este programa, cuando salgan al mundo, serán una mente generosa (...) No decir: ¿Qué puedo tomar del mundo para hacer mi vida mejor? Si no: ¿Qué puedo darle al mundo para sea un mejor lugar para vivir?”, dice el educador.

CAMBIAR EL MODELO

Matthew subrayó que el modelo de educación superior en Estados Unidos es por hoy muy transaccional, con una visión del alumno como el de un cliente. En palabras de Scogin, esta visión del negocio ha hecho que se deje de pensar primero en la educación.

“Hay miles de instituciones que quieren atraer estudiantes basados en el entretenimiento: piscinas, dormitorios de lujo, etc... suena como a unas grandes vacaciones, pero no es el sentido de ir a la universidad que es la educación. Con Hope Forward nos movemos de esta mente de consumo que es tóxica, nos movemos de esa relación desbalanceada (...) No hay sentido de pertenencia a eso”, comparó el directivo.

Scogin puntualizó: “Hope Forward es un modelo hacia la suscripción a Hope College por el resto de sus vidas. También nos emociona ver cómo (los beneficiarios del programa) van a tomar sus años de educación superior de una forma mucho más seria”.

A finales de agosto, Joe Biden anunció que su gobierno perdonará US$10.000 de la deuda estudiantil por solicitante, una medida que significa un respiro para los 43 millones de jóvenes endeudados que cargan con préstamos estudiantiles desde que se graduaron de la universidad. “El promedio de deuda por préstamo estudiantil es US$40.000 y ese número crece cada año. Parece fuera de control. Han subido el precio de las matrículas y la deuda por crédito estudiantil”, reforzó Scogin.

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Tomó de referencia los estudios de Raj Chetty, economista de la Universidad de Harvard, quien afirma que los estudiantes que vienen de diferentes estatus socioeconómicos, pero que estudian en la misma universidad, tienen similares oportunidades una vez que se gradúan. “Significa que la educación superior es el gran igualador, es la solución para resolver la desigualdad de ingresos”.

Hope también tomó de referencia los estudios de La ciencia del bienestar: practicar la generosidad y la gratitud, ayudar a otros. “Nos emociona saber que tendremos una base de exalumnos comprometidos con ser donantes. Vamos a hacerlos vivir cuatro años hablando de qué significa dar. Y sobre qué significa ser un ciudadano generoso del mundo”.

Scogin explicó que los beneficiarios pasan por múltiples trabajos y servicios para servirle a la comunidad. “El modelo de esto es cómo funciona el crowdfunding, donde nuestros graduados ayudan a realizar crowdfunding para otros estudiantes. Para que así seamos una comunidad que se cuida a sí misma (...) Así que sí, les insistimos en esta mentalidad generosa a nuestros estudiantes mientras están acá, para que así continúen en el resto de sus vidas”.

Hope College: universidad sin barreras para ingresar

En 2021, Scogin lideró una campaña para financiar a los primeros beneficiarios de Hope Forward, que nació de las donaciones de otros. Pero su deseo mayor es crear un fondo de US$1.000 millones para financiar matrículas de la población estudiantil total que tiene Hope College: unos 3.000 estudiantes. Desea que más universidades imiten la visión de Hope College.

“Creo que la educación superior en Estados Unidos tiene un gran producto. Pienso que sabemos cómo educar a los estudiantes para vidas de liderazgo y servicio en una sociedad global. Y creo que lo hacemos bien. Así que no es el producto en lo que me quiero enfocar. Es en cómo pagamos por ese producto”, insistió.

ESTUDIANTES SIN DEUDAS, GRADUADOS SANOS

“Creo que si podemos imaginar nuevas formas de financiar lo que hacemos, entonces podemos llevarlo a un siguiente nivel, porque el producto es excelente”, insistió. Lo primero es probar que su modelo funciona.

A mayor deuda más infelicidad. “Hay una correlación fuerte entre deuda y salud mental. Mientras más deudas tengas, contribuye en un sentido negativo a tu bienestar mental. Esa es una de la cosas que queremos estudiar y medir. Esperamos demostrar que sin deuda nuestros estudiantes sí tendrán mejor salud mental y un mejor sentido de bienestar”, planteó el funcionario.

Scogin insistió en que la fuerza laboral después de graduarse, solo trabaja para pagar su préstamo estudiantil, y ello tiene repercusiones en la salud. Por ejemplo, según data del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades, el 3,9% de los estadounidenses piensan en el suicidio. “Imagínese mujeres solteras que ganan US$100.000 al año, una cantidad importante, pero que tienen deudas. En esa categoría pasa de 3,9% a 5,9% el porcentaje que consideran el suicidio. En mujeres solteras que ganan menos de US$50.000 al año, pero tienen préstamo estudiantil, el número crece a 17%. Esto literalmente es una cuestión de vida o muerte”. En ese sentido, cuestiona a sus pares en Estados Unidos: “¿Vamos a ser una tierra de oportunidades para todos o sólo una tierra de privilegios para pocos? La respuesta será decidida desde la academia, desde la educación superior”.

“Ojalá otras universidades sigan este modelo. Queremos llevar esperanza a los desesperanzados”. Matthew Scogin

Hope College: universidad sin barreras para ingresar

4 metas de Hope Forward, el programa que rompe con el modelo de negocio de la educación superior en Estados Unidos

1. MOVERÁ LA AGUJA A ACCESO Y ASEQUIBILIDAD. Este modelo de Pay it forward proveerá acceso a estudiantes que no han tenido oportunidad en el modelo actual de matrícula y de educación superior con deuda.

2. GENEROSIDAD. Reciben su educación debido a la generosidad de otros y acuerdan hacer lo mismo: invertir en la educación de otra generación de estudiantes posterior a ellos.

3. MAYOR COMPROMISO. El propósito es que los graduados sientan este compromiso en la piel de una forma diferente y asuman por ello su educación de una forma más seria.

4. SALUD MENTAL. Una de nuestra hipótesis es que la deuda tiene un impacto en la salud mental, por tanto, al graduarse sin deuda, nuestra esperanza es que estos estudiantes tendrán mejor salud mental.

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La respuesta a esto, recalcó Scogin, es tener alumnos con una mentalidad distinta. “Ser generoso presupone que tienes algo que dar (...) Muchos estudiantes vienen de lo poco o desde la nada. Les decimos: Creemos en ti. Creemos que tienes algo que dar. Lo que hemos visto es que al hacerlo, se catapulta la autoestima. Dicen: Esta institución cree que tengo algo para dar. Y ése puede ser un mindset transformador. Así que sí nos emociona lo que este programa puede hacer no sólo para los estudiantes, sino lo que puede hacer para ayudar a cambiar. Este tipo de personas, con este mindset es lo que necesita el mundo hoy. No en el sentido que el mundo les debe algo, sino en cambio en el sentido de lo que yo puedo dar para hacer un mundo mejor”.

Y concluye: “Esto no es marketing, queremos empezar un movimiento. Ojalá otras universidades sigan este modelo para otras instituciones de educación superior. Queremos llevar esperanza a los desesperanzados. Si podemos llevar esperanza, vamos a lograr algo más grande”.

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