Por Elaine Miranda Vela - COLUMNISTA E&N
El rendimiento del personal es algo que, como dueños o gerentes, buscamos mantener alto. Hay diversas maneras de motivarlos y mantener su moral, pero ¿qué pasa si la causa de su baja productividad está en su vida personal?
La tensión y el estrés que generan las deudas ya no son solo un problema individual, pues cada vez es más evidente cómo estos factores afectan el trabajo. La deuda se convierte en una carga que las personas llevan a todas partes, incluida la empresa. Ya sea por tarjetas de crédito, préstamos personales o vivir por encima de sus ingresos, cuando la deuda se sale de control, puede apoderarse de la vida de una persona.
En mis 12 años dedicándome a la educación financiera con Plata con Plática y habiendo dado más de 1.200 conferencias en más de 200 empresas, he observado cómo la mala situación financiera se refleja de diversas formas en los colaboradores:
1. Llamadas de acreedores: Las jornadas laborales se ven interrumpidas por llamadas constantes de quienes buscan recuperar su dinero.
2. Trabajos adicionales: Aceptan trabajos extra, lo que los deja agotados e impide que rindan al 100% en su empleo principal.
3. Falta de sueño: El estrés financiero provoca insomnio, afectando su desempeño.
4. Ausentismo: El estrés empieza a impactar su salud, llevándolos a faltar, llegar tarde o tomar descansos largos.
5. Otros impactos: Mayor consumo de alcohol, tabaco o drogas, mayor riesgo de accidentes por falta de concentración y menos interacción con sus compañeros.
Todo esto tiene un impacto directo en el bottom line de la empresa. Un estudio en EE.UU. mostró que en 2021 los problemas financieros del personal costaron a las compañías US$500.000 millones en pérdidas, comparado con US$300.000 millones en 2015.
Las preocupaciones financieras les hacen perder casi un mes de trabajo al año, y la pérdida de productividad representa entre el 11 % y el 14 % de los gastos de nómina por empleado.
¿Qué se puede hacer?
Aunque no podemos hacer desaparecer las deudas del personal, sí podemos ayudar de manera proactiva. Una de las mejores soluciones es ofrecer educación financiera. Desde talleres hasta programas completos, pueden enseñarles a:
• Hacer un presupuesto y vivir dentro de sus medios.
• Salir de deudas y mantenerse fuera de ellas.
• Ahorrar para metas y sueños.
• Invertir para mejorar su futuro.
Otra opción es ofrecer asesoramiento financiero como parte de los beneficios. Estos servicios, a menudo proporcionados por un asesor financiero, pueden brindar la orientación necesaria para salir de deudas. Los programas de asistencia al empleado han demostrado ser vitales para reducir el riesgo de problemas de salud y bienestar.
Por último, es clave crear un ambiente accesible y abierto. El personal de recursos humanos debe ser visto como una fuente de apoyo. Las deudas, aunque parezcan un problema personal, afectan el rendimiento laboral. El empleador puede intervenir y ofrecer el apoyo necesario para que los empleados puedan dar lo mejor de sí mismos.
Esto no solo crea un ambiente laboral positivo y productivo, sino que muestra a los empleados que son valorados como personas, fomentando la lealtad y el compromiso con la empresa