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Finanzas

El paradigma del retorno real de una inversión

Existen tres preguntas clave que los empresarios deben hacerse mes a mes. ¿Está el negocio generando suficiente cash?, ¿se está midiendo constantemente la forma de cómo se genera ese cash?; y la tercera, ¿cómo se está utilizando ese cash?

2014-04-24

Existen tres preguntas clave que los empresarios deben hacerse mes a mes. ¿Está el negocio generando suficiente cash?, ¿se está midiendo constantemente la forma de cómo se genera ese cash?; y la tercera, ¿cómo se está utilizando ese cash?

Por: Roberto Ponce*

Por más de 20 años, durante mi carrera en Bain & Company y ahora en Invermaster, he tenido la oportunidad de evidenciar diferentes estilos y métodos de inversión de los empresarios en Latinoamérica. Me ha fascinado estudiar y analizar aquellos factores que impulsan a un empresario a tomar la decisión de invertir o no invertir en un negocio u oportunidad de inversión.

He encontrado diferentes estilos, personalidades, criterios e incluso niveles de educación en cada individuo, pero lo que descubrí durante todos estos años, es que existe un solo criterio que al final, aplica para todos en cualquier lugar o situación que se encuentren. El concepto de Pile of Money (Montaña de Dinero), el 'efectivo sobre la mesa', 'el pisto', 'el cashito', 'la lana', 'la luca' total que deja un negocio. Este concepto ayuda a facilitar la complejidad y misterio de los indicadores financieros con los que no todos están familiarizados.

He visto también, como muchos empresarios miden erróneamente el desempeño de su empresa aplicando mal las mediciones financieras, las cuales tienen como función primordial, apoyar para la toma de decisiones de negocios acertadas midiendo el rendimiento de un negocio, si está o no generando valor.

Para conocer la rentabilidad financiera de un proyecto, negocio o empresa, hay una plétora de medidas financieras, cálculos de razones y divisiones. Por un lado tenemos la sopa de letras, IRR, MIRR, NPV, ROE, ROI, ROIC, EVA, CFROI, ROA, etc. que describe el retorno de un inversionista ante un negocio actual o potencial y, por el otro lado, tenemos una discusión de cuáles de esas medidas mejor describen la situación. Todo esto complementado con una saludable polémica de los pros y contras de dicha lista de medidas. Sin embargo, al final siempre queda de esa sopa de indicadores un extraño sabor, ya que no podemos decir claramente a través de ellos si el negocio fue o va a ser realmente rico.

Como Ram Charam muy clara y sencillamente lo personifica, existe un lenguaje universal de negocios, que lo usan de igual forma desde un vendedor de la calle hasta el Director General de alguna de las más grandes y exitosas compañías a nivel mundial. él menciona que si bien, hay diferencias entre administrar una gran corporación y un pequeño negocio de venta callejera, los fundamentos, lo básico del manejo de un negocio, es igual.

Por ejemplo, un vendedor de la calle, debe anticiparse a cómo serán sus ventas del día, lo que realmente hace es una proyección de ventas. Debe tener suficiente producto para vender, se asegura de tener inventario, y para evitar quedarse con producto sin vender, hace negociaciones de precios en cada transacción. En algunas ventas les sube el precio, en otras hace descuentos, principalmente por dos razones. La primera es que si su producto es perecedero, perderá valor con cada día que pase sin venderlo, y la segunda, es que necesita recuperar su inversión inicial para poder volver a comprar el producto para la venta del siguiente día.

Al iniciar el día, el vendedor utiliza estrategias de mercadeo básicas, colocando su mejor producto al frente de su mostrador. Durante su jornada de venta, realiza estudios de mercado y benchmarks comparando y monitoreando los precios de su competencia, sus productos, los argumentos de ventas que utilizan, los descuentos ofrecidos, etc. Siempre está preocupado por las ventas futuras, y la forma de medir el éxito de su pequeño negocio es si tiene o no dinero en el bolsillo al final del día. Nuevamente, el concepto de Pile of Money o el 'efectivo sobre la mesa'.

Las compañías hacen lo mismo pero de maneras más sofisticadas y complejas, y algunas veces, realizan sus análisis con terminología financiera que no necesariamente aporta el valor necesario.

Un ejemplo de un indicador que puede generar confusión en un empresario es la Tasa Interna de Retorno (TIR), ó IRR por sus siglas en inglés. La TIR realmente asume que durante una serie en el tiempo de flujos de efectivo positivos y negativos, los fondos no tienen un costo financiero para el empresario si debe cubrir los flujos negativos, o bien, que no le generan una ganancia financiera si son flujos positivos. Y lo más importante: ¿de qué bolsillo van a salir esos fondos que harán falta en los meses de flujos negativos luego de realizada su inversión? De su Pile of Money por supuesto, medida que se entiende claramente cuando esto sucede.

Técnicamente el Pile of Money se define como el flujo de caja libre para los accionistas que genera un negocio, luego de financiar sus operaciones (vender, pagar costos, cubrir gastos, financiar el capital de trabajo y realizar las inversiones) y pagar a los bancos (amortización e intereses) en caso que se tenga algún apalancamiento. Al final, lo que se puede depositar en la cuenta bancaria es el efectivo que queda. Aún no he visto que se pueda depositar un indicador financiero como el IRR o el NPV.

Diariamente soy testigo de la discusión entre Señor Financiero y Señor Dueño. El primero, con mucha autoridad y validez, analiza los negocios con proyecciones y mediciones de todo tipo. El segundo, realiza sus análisis basados en su amplia experiencia de negocios, pero al final, siempre quiere saber cuánto dinero en efectivo le va a regresar por cada dólar de su inversión. El razonable y a la vez sencillo razonamiento del Señor Dueño es muy válido, ya que realmente, el dinero en efectivo es el oxígeno de cada negocio ya que, sin él, cualquier negocio está en problemas, sin importar que los demás indicadores digan que la empresa va bien.

Toda compañía debe medir si está generando o consumiendo cash. En las empresas familiares de nuestros países, es muy común que usen el negocio como su principal fuente de ingresos. Pero también de allí viene el error. Con tal de recibir sus dividendos mensualmente, manipulan los demás indicadores o toman decisiones equivocadas.

Existen tres preguntas clave que los empresarios deben hacerse mes a mes. ¿Está el negocio generando suficiente cash?, ¿se está midiendo constantemente la forma de cómo se genera ese cash?; y la tercera, ¿cómo se está utilizando ese cash?

Por último, de mi experiencia y relación con personas de negocios exitosas y otras que no lo han sido tanto, mi principal conclusión es que los mejores hombres de negocios proveen claridad de la complejidad, simpleza y enfoque sobre las múltiples variables que ofrece un mercado globalizado. Los mejores empresarios no pierden de vista la medición de la generación de efectivo en sus negocios. Mi recomendación es, mantener la elegancia en la simpleza, al final, el 'efectivo sobre la mesa' es lo que medirá si un negocio es o no rentable, y qué tanto.

*Fundador y Director General de Invermaster

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