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¿Se acabó la complicidad entre Donald Trump y Elon Musk? Esto debe saber

El desencadenante que dinamitó la alianza entre dos socios que hasta ahora parecían inseparables fue el plan fiscal impulsado por Trump, que según la Oficina Presupuestaria del Congreso, un ente no partidista, incrementará la deuda del país en US$2,4 billones durante la próxima década.

2025-06-05

Por Agencia EFE

La relación entre Donald Trump y Elon Musk se derrumbó de forma estrepitosa a plena vista del público entre acusaciones mutuas y tras la ofensiva lanzada por el empresario contra el plan fiscal del presidente de Estados Unidos.

Musk incluso se atribuyó la victoria de Trump en las elecciones de 2024: "Sin mí Trump habría perdido, los demócratas hubieran controlado la Cámara de Representantes y los republicanos se habrían quedado en 51-49 en el Senado", dijo en X.

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El desencadenante que dinamitó la alianza entre dos socios que hasta ahora parecían inseparables fue el plan fiscal impulsado por Trump, que según la Oficina Presupuestaria del Congreso, un ente no partidista, incrementará la deuda del país en US$2,4 billones durante la próxima década.

En la acalorada discusión, Musk afirmó este jueves que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aparece en los archivos de Jeffrey Epstein, los cuales supuestamente incluyen los nombres de sus cómplices, en una nueva escalada del enfrentamiento público entre ambos.

"Es hora de lanzar la gran bomba: Trump está en los archivos de Epstein. Esa es la verdadera razón por la que no se han hecho públicos. ¡Que tengas un buen día, DJT (Donald John Trump)!", escribió Musk en X, su red social.

El empresario, hasta ahora estrecho colaborador de Trump, instó a sus seguidores a conservar el mensaje, asegurando que "la verdad saldrá a la luz".

La relación entre los dos controvertidos personajes, no obstante, ha sido desde hace años una montaña rusa.

Antes de las presidenciales de 2016, que Trump ganó, Musk (consejero delegado de Tesla y SpaceX y propietario de X y xAI entre otras empresas) declaró a la cadena CNBC que pensaba que el político y empresario no era "el mejor tipo" para el cargo de presidente.

"No parece tener el tipo de personalidad que refleje bien a Estados Unidos", dijo.

Tras esa victoria electoral, Musk aceptó participar en un consejo asesor que Trump creó, pero tras su decisión de retirar en 2017 a EE.UU. del Acuerdo de París sobre la crisis climática se distanció del mandatario.

COMIENZO DE LA RELACIONÓN ENTRE MUSK Y TRUMP

Las posturas entre Musk y Trump empezaron a acercarse de nuevo durante el mandato del demócrata Joe Biden (2021-2025). En 2022, el empresario compró Twitter, reactivó la cuenta del republicano y dio más espacio en la red social a las voces extremistas.

En 2023, las críticas de Musk a Biden arreciaron y el empresario multiplicó sus contactos, primero con personas de la esfera de Trump y del Partido Republicano, y en 2024, año electoral, directamente con el entonces candidato a la presidencia.

Durante la campaña, Musk se convirtió en una de las principales herramientas de Trump, apareciendo en dos mítines y donando al menos US$250 millones al candidato republicano, según señaló el diario The Washington Post.

Cuando finalmente Trump regresó a la Casa Blanca el pasado enero, el presidente recompensó a Musk con la dirección del todopoderoso Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), la entidad encargada de recortar de forma drástica el gasto público federal y con acceso a información vital del país.

Musk se convirtió literalmente en la mano derecha de Trump: en numerosas ocasiones apareció en el Despacho Oval a la derecha del presidente mientras este lanzaba importantes anuncios económicos, de política nacional o de asuntos exteriores.

La relación con Trump, su dedicación a DOGE, así como sus coqueteos con movimientos de extrema derecha en Europa le costaron caro a Musk, especialmente a través de Tesla, cuyas ventas se han desplomado en muchos mercados.

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Musk anunció en abril que reduciría su dedicación a DOGE a "uno o dos días" a la semana a partir de mayo, pero el 28 de mayo dijo que abandonaría totalmente la gestión del departamento para centrarse en Tesla. Para entonces, Musk ya había lanzado alguna crítica al plan fiscal del presidente, aprobado ya por la Cámara Baja y que está siendo tramitado en el Senado.

El día de la despedida, en una nueva comparecencia conjunta el 30 de mayo en el Despacho Oval, Trump y Musk se intercambiaron elogios.

Pero el controvertido plan fiscal ha hecho realidad lo que muchos analistas anticipaban desde hacía tiempo: que el ego de los dos personajes era demasiado grande para permitir una coexistencia pacífica.

El martes, Musk calificó de "abominación repugnante" dicho proyecto fiscal y hoy dio un paso más y en su red social acusó al presidente de mentir cuando este dijo que había estado al tanto de sus pormenores.

"¡Falso. No me enseñaron este proyecto de ley ni una sola vez", dijo Musk en X poco después de que Trump pareciera dar por terminado ese imposible 'bromance': "Elon y yo teníamos una gran relación. No sé si seguirá así", señaló en la Casa Blanca.

AMENAZA CON ELIMINAR CONTRATOS

Trump, amenazó con la posibilidad de retirar todos los subsidios y contratos gubernamentales cerrados con empresas del magnate Elon Musk, tras la disputa desencadenada entre ambos por el plan fiscal.

"La manera más fácil de ahorrar miles de millones de dólares en nuestro presupuesto es cancelar los subsidios y contratos gubernamentales de Elon. ¡Siempre me sorprendió que (Joe) Biden no lo hiciera!", señaló el líder republicano en su red social, Truth Social.

SpaceX es la empresa controlada por Musk con más contratos con el Gobierno estadounidense.

El más jugoso es el que obtuvo el pasado abril por valor de US$5.900 millones con la Fuerza Espacial para el lanzamiento de satélites y misiones durante los próximos cinco años utilizando los cohetes Falcon 9 y Falcon Heavy de la compañía.

Starlink, la subsidiaria de SpaceX dedicada a las telecomunicaciones, también mantiene varios contratos con el Ejecutivo estadounidense, desde el suministro de servicios a las fuerzas armadas de Ucrania (US$537 millones) hasta el desarrollo de comunicaciones seguras para las agencias de inteligencia de Estados Unidos.

A su vez, Tesla, la empresa que ha proporcionado a Musk gran parte de su fortuna, también puede sufrir la ira de Trump. En febrero se supo que el Departamento de Estado había reservado US$400 millones para la compra de centenares de unidades de la camioneta 'pick-up' Cybertruck, aunque en estos momentos se desconoce el estatus de ese contrato.

El mensaje de Trump llega después del desencuentro abierto entre ambos, con críticas cruzadas tanto desde el Despacho Oval como desde las redes.

El presidente señaló que está "muy decepcionado" y "sorprendido" por las críticas lanzadas por su otrora aliado al plan fiscal, que ha sido aprobado ya por la Cámara Baja, que ha iniciado ahora su tramitación en el Senado, también controlado por los republicanos, y sobre el que -según el mandatario- el empresario conocía los pormenores.

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