Claves del día

Crece la ola de migrantes en EEUU que huyen hacia Canadá

Las autoridades canadienses reconocen que las llegadas desde Estados Unidos de personas que piden asilo aumentaron desde enero. Familias haitianas, colombianas y musulmanas han cruzado la frontera en los últimos días.

2017-03-03

Por AFP

Un taxi se detiene al borde de una carretera rural del pueblo de Champlain. Una familia con dos niños desciende, y cargados como burros, caminan con paso rápido hasta el fin del camino, que termina en un arroyo que separa Estados Unidos de Canadá.

El padre se identifica como Mohammed Ahmed y dice que viene 'directamente de Jersey City', cerca de Nueva York, más de 500 km al sur. Mientras caminan, él y su mujer explican que dejaron Pakistán hace 11 meses, tras haber recibido amenazas de muerte.

La familia quería 'pedir asilo en Estados Unidos', pero ahora 'con la política de Trump (...) tenemos mucho miedo de las expulsiones', dice Ahmed.

'No es grave', responde Ahmed. 'Solo queremos atravesar la frontera'.

Los dos policías canadienses que les esperan del lado de Quebec les advierten que en segundos serán arrestados por entrar a Canadá ilegalmente.

'No es grave', responde Ahmed. 'Solo queremos atravesar la frontera'.

Franquea de un paso el arroyo, y muestra su pasaporte a los policías canadienses. Y regresa a ayudar a su hija de tres años y luego a su mujer, que lleva a su bebé de tres meses en el pecho.

HEMMINGFORD, QUEBEC - FEBRUARY 23: A family from Turkey crosses the U.S.-Canada border into Canada, February 23, 2017 in Hemmingford, Quebec. In the past month, hundreds of people have crossed Quebec land border crossings in attempts to seek asylum and claim refugee status in Canada. Drew Angerer/Getty Images/AFP



En minutos, los cuatro se encuentran, visiblemente aliviados, en Canadá: el cruce es fácil en esta mañana helada pero con sol, y la nieve se ha derretido con el clima más templado de los últimos días.

La policía canadiense los embarca al puesto fronterizo de Lacolle, a 10 minutos de allí, donde serán interrogados y se registrará su demanda de asilo. Si todo va bien, podrán luego partir hacia Montreal, a 65 km hacia el norte.

En menos de dos días esta semana, más de 70 personas franquearon el arroyo, a veces en plena noche, según un conteo de la AFP y agentes locales.

Entre ellos, una familia haitiana, una colombiana, y sobre todo muchos musulmanes, afectados por el decreto anti-inmigración de Trump promulgado el 27 de enero que prohibió la entrada al país de todos los refugiados y de ciudadanos de siete países que practican esta religión.

Aunque ese decreto fue suspendido por la justicia estadounidense, un nuevo decreto menos cuestionable desde el punto de vista jurídico debe ser publicado próximamente.

Según Melissa Beshaw, una abuela que reside en una pequeña casa a 50 metros del arroyo, del lado estadounidense, los cruces 'son constantes desde que Trump llegó al poder'.

'Antes, salía de la casa para ver qué pasaba. Ahora no salgo más, porque ya sé', dice.

Algunos llegan en bus hasta Plattsburgh, última parada antes de la frontera. Para llegar al arroyo, a 40 km, se toman un taxi, que les cuesta de 200 a 300 dólares, explica Denise Quinte, la empleada de un motel cercano.

Desde comienzos de febrero, cuenta, en el motel se han alojado '10 a 25 migrantes por semana', que parten sobre todo a la frontera al amanecer.

Otros llegan en coche directamente desde Nueva York o los estados vecinos de Massachusetts y Nueva Jersey.

Las cifras son pequeñas comparadas con los miles de migrantes que siguen atravesando cada mes el Mediterráneo hacia Europa o la frontera de México y Estados Unidos en el sur.

Si bien rechazan trazar un lazo directo por ahora con el gobierno Trump, las autoridades canadienses reconocen no obstante que las llegadas desde Estados Unidos de personas que piden asilo aumentaron desde enero, sobre todo vía la provincia de Quebec.

Las márgenes del riachuelo reflejan estos cruces precipitados: botellas de agua, guantes o gorros perdidos, un carrito de bebé abandonado, tarjetas de embarque -varias de compañías árabes-, y hasta un teléfono celular.

A helicopter with a search light flies over an RCMP vehicle keeping watch over the Canada/US border near Hemmingford, Quebec, February 28, 2017. / AFP PHOTO / Geoff Robins

Una bolsa de plástico abandonada es testigo del periplo de una pareja sudanesa: dentro, dos páginas empapadas, en mal inglés, explican cómo Asma Elyas y su marido Ayman partieron de Sudán para evitar la escisión de su hija, nacida en 2014. Y cómo aterrizaron en Arabia Saudí primero, antes de partir para Washington el 7 de septiembre, dos meses antes de la elección de Trump.

Un documento muestra que se comprometieron a fines de septiembre a pagar a un bufete de abogados de Virginia 3.500 dólares para defender su demanda de asilo. Varios folletos y un cuaderno de una maternidad de Virginia parecen indicar que la mujer estaba embarazada.

Nada precisa la razón de su partida a Canadá. Pero un policía canadiense casi no tiene dudas: 'las llegadas realmente comenzaron' con el decreto anti-inmigración de fines de enero, dice. 'Ahora hay mucha más gente. Como si hubieran precisado el tiempo de procesarlo'.

Más pedidos de asilo

El número de inmigrantes que solicitan el estatuto de refugiado en Canadá tras cruzar la frontera desde Estados Unidos ha ido en aumento desde inicios de 2017, anunció este jueves la policía de fronteras.

'Canadá ha tenido un aumento en el número de solicitudes de asilo desde enero de este año, en comparación al mismo periodo del año pasado', dijo la Agencia de Servicios Fronterizos de Canadá.

Desde el 1 de enero al 21 de febrero, un total de 4.000 personas solicitaron refugio, frente a las 2.500 que lo hicieron en el mismo lapso en 2016.

La cifra incluye a los que cruzan ilegalmente la frontera y a los que llegan a los puestos fronterizos desde Estados Unidos. Los funcionarios canadienses evitaron mostrar una tendencia basados en datos preliminares.

'Algunos solicitantes han pasado relativamente poco tiempo en Estados Unidos' antes de venir a Canadá, dijo un funcionario.

La reciente ola de inmigrantes se originó principalmente desde el este de áfrica y naciones devastadas por la guerra, como Siria.

La policía federal y los funcionarios de inmigración dijeron que algunos parecían haber intentado desde el principio venir a Canadá después de volar a Estados Unidos con una visa de turista.

Otros tomaron la decisión después de que se les negara el asilo al sur de la frontera, o porque temían la deportación en medio de las severas medidas migratorias adoptadas recientemente en Estados Unidos.

El total de solicitudes de asilo en Canadá ha disminuido de 44.000 en 2001 a 24.000 el año pasado. Se calcula que de 40 a 60% lo consiguió, según los funcionarios.

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