Las empresas transnacionales latinoamericanas están transformando el panorama de la inversión extranjera y la transferencia de tecnología.
Por: Emilio Godoy estrategiaynegocios.net
Ciudad de México.- Las empresas transnacionales latinoamericanas cambian el panorama de la inversión extranjera, la transferencia de tecnología y crean retos regulatorios en sus países de adopción.
Desde los años noventas, corporaciones de México, Argentina, Chile y Brasil han traspasado sus fronteras nacionales en búsqueda de más mercados, consolidación de ingresos e innovación. Sus destinos ya no se limitan a América Latina, sino que apuntan también a Europa y Asia.
"Surgen en plena globalización, en condiciones diferentes. Las nuevas multinacionales se comportan diferente de las empresas clásicas. La forma de adquisición de capacidades tecnológicas es mucho más activa que en las empresas clásicas", explica a E&N Jorge Basave Kunhardt, académico del Instituto de Investigaciones Económicas (IIEC) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Kunhardt pertenece al proyecto "Jugadores globales de mercados emergentes", emprendido desde 2007 por el Vale Columbia Center on Sustainable International Investment (VCC) de la Columbia University de Nueva York, y al cual el IEEC se sumó en 2009.
La iniciativa abarca ya a 18 países, entre ellos México, Brasil, Argentina y Chile.
Si bien el estudio mexicano es el más avanzado de dicha iniciativa, se concluye que las compañías translatinas, en general, cambian el panorama de la inversión, están en búsqueda de nuevos mercados y adoptan tecnología con las adquisiciones, la cual luego transfieren directamente a sus matrices y filiales.
De acuerdo con el informe del proyecto "Jugadores globales de mercados emergentes", durante el 2012, las 20 mayores empresas mexicanas transnacionales tenían activos en el extranjero por US$133 mil millones, ganancias foráneas por US$92 mil millones y 275,698 empleados fuera de este país.
Las dos mayores transnacionales mexicanas -América Móvil y Cemex- controlan juntas US$86 billones, que comprenden 65% de los activos totales en el extranjero.
Las cuatro más grandes, que incluyen América Móvil, Cemex, Grupo México y Femsa y totalizan US$108 mil millones, lo cual equivale a un 81% del listado.
En términos del número de corporaciones, la industria de alimentos y bebidas lidera el ranking con cinco empresas, seguido por la minería no metálica (3) y las empresas diversificadas (3).
Las multinacionales mexicanas continuaron invirtiendo en 2012 con el propósito de mantener sus posiciones en los mercados extranjeros. Lo destacado del año incluyó la adquisición de varias empresas europeas y estadounidenses, con algunas de esas inversiones hechas por transnacionales mexicanas en búsqueda de mercados, como en el caso de América Móvil. Esa corporación expandió su Inversión Extranjera Directa (IED), que estaba previamente concentrada en América Latina, a Europa y Estados Unidos.
Las 20 trasnacionales tienen 325 subsidiarias en el extranjero. De ellas, 168 se sitúan en América Latina y el Caribe y 54 en Norteamérica.
Europa Occidental acogió a 53 filiales y otras 22 se localizan en Europa del Este y Asia Central, 16 en Asia del Este y el Pacífico, seis en Oriente Medio y norte de áfrica y cuatro en el sur de Asia.
Mexichem tiene el mayor alcance geográfico, con subsidiarias en 39 naciones, Cemex en 32, Bimbo en 22, América Móvil en 19 y Alfa y Gruma en 17.
Al adquirir a una empresa, "la obtención de tecnología es casi inmediata. Esas capacidades las llevan al grupo y sus ramas. Es un proceso novedoso. Se han vuelto exitosas en términos comparativos", subraya Basave.
En 2010, Grupo Infra anunció que invertiría US$93 millones en El Salvador en el sector químico.
En 2011, Fomento Económico Mexicano (FEMSA) adquirió la mitad de las acciones del Grupo Industrias Lácteas de Panamá por US$2,154 millones.
La inversión que envía México al extranjero ya supera a la que el país capta US$124,000 millones versus US$12,000 millones-.
La IED es más significativa en las telecomunicaciones (41.8%), seguida por el sector de minerales no metálicos (24.1%). Le pisan los talones las bebidas (8.65%) y la minería (8.56%). El ramo alimentario les persigue, con 7.27%.