La economía chapina medida por el producto interno bruto -valor de los bienes y servicios producidos en un año- reportará una tasa de crecimiento en el rango del 3.5% al 4.1%, según la política monetaria, cambiaria y crediticia que aprobó la Junta Monetaria (JM) para el 2015.
El crecimiento de la producción previsto es levemente superior al 4% que cerró en el 2014, pero a la vez mayor del 3,7% del 2013 y 3% del 2012, respectivamente.
Uno de los fundamentos que consideró la JM para este pronóstico, se basa en la previsión del Fondo Monetario Internacional (FMI) que sitúa que el crecimiento económico mundial será de 3,8%, mayor al 3,3% que cerró en el 2014.
Mientras que para el caso de las economías avanzadas se anticipa que será de 2,3% y para las economías de mercados emergentes y países en desarrollo de 5%.
Para el caso de Estados Unidos -principal socio comercial del país- el pronóstico de crecimiento será de 3,1% superior al 2,2% del año recién pasado.
"Hay una mejora en el gasto del consumo privado, en la demanda interna y se prevé que el nivel de desempleo continuará con la tendencia a la baja en EE. UU.,", señala la política económica.
Para la región centroamericana se proyecta un crecimiento del 3,4%, mayor al 3,1% del año recién pasado.
Potencial
Mario Garza, representante regional para Centroamérica, Panamá y República Dominicana del FMI, explicó a Prensa Libre que en términos generales la economía nacional marchará similar al 2014.
"Este es el nivel potencial de crecimiento que Guatemala tiene, y se deben adoptar otras medidas estructurales para mejorar esas variaciones", expuso el diplomático.
Sobre esos términos, Garza explicó que hay que promover condiciones alternas para no depender de la coyuntura internacional, sobre todo del desenvolvimiento de EE. UU., y la ausencia de ese impulso puede significar problemas al país, como ocurrió en la crisis del 2009.
Subrayó que se tiene que "balancear" el crecimiento del PIB fortaleciendo instrumentos internos como la integración económica regional e inversión en infraestructura pública en todas sus esferas.
Además de avanzar en mejorar en el clima de inversión para incentivar los capitales del sector privado, flexibilizar el mercado laboral e impulsar los socios de proyectos público privados.
A pesar de ese optimismo, organismos como la Comisión de Economía para América Latina (Cepal) consideran que el crecimiento económico previsto para este año será insuficiente para reducir la escala de pobreza y extrema pobreza.
Sectores dinámicos
La demanda interna reflejada en el gasto de consumo final será uno de los bastiones para la producción nacional este año y se pronostica una tasa de crecimiento de 4,4%, superior al 3,5% del 2014.
"La demanda de bienes y servicios continuará siendo dinámica, impulsada por un aumento de gasto de consumo de las personas y empresas", indicó la JM.
Por este rubro los sectores productivos que tendrán mayor dinamismo serán comercio al por mayor y menor, industrias manufactureras, agricultura y servicios privados que representan el 60% del PIB real.
Otra de las variables será el gasto del consumo público que tendrá un crecimiento del 9,6% y uno de los componentes será el gasto relacionados con el proceso electoral.
El gasto de consumo privado se pronostica en 3,9%, impulsado en parte por el ingreso de divisas por remesas familiares que para este año alcanzarán los US$5.700 millones y la formación bruta de capital fijo en 3,4%. Además con la demanda externa de bienes y servicios se proyecta un crecimiento del 4%