Unos 1.000 empleos están en riesgo y a punto de perderse en el sector de energías renovables, en razón de que el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), cerró el Plan Piloto de Generación Distribuida que funcionaba desde el 2010, advirtió la Asociación de Energía Solar de Costa Rica (Acesolar).
Para los empresarios, la solución inmediata para evitar la inminente crisis del sector está en manos del ICE. "La alternativa es que el Instituto extienda el plazo del Plan Piloto hasta que se implemente la normativa Poasen por parte de la Aresep", dijo Brenes.
Con la participación de diferentes actores del ámbito académico, público y privado, ya se cuenta con un borrador de proyecto de Ley de Generación Distribuida, que aseguran fue discutido en las mesas de diálogo y el cual esperan presentar pronto a los legisladores y contar con su apoyo.
"El tema es que la implementación del Poasen se puede demorar meses y además puede incluir condiciones muy restrictivas, en tanto, la legislación es algo de mediano a largo plazo, pero la industria y los empleos que se generaron, es cuestión de semanas para que desaparezcan porque estamos totalmente parados", apuntó Steinvorth de Acesolar.
Los empresarios coincidieron que es contradictorio el cierre del Plan Piloto por parte del ICE justo ahora que el país aspira a ser carbono neutral y a que empresas cierran aduciendo el alto costo de la energía eléctrica, siendo que las energías alternativas son más económicas.