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Terremoto en la diplomacia de EEUU: Trump ordena la renuncia de embajadores

El presidente electo de EE.UU., Donald Trump, ha emitido una orden 'sin excepciones' para que los embajadores 'políticos' designados por su predecesor, Barack Obama, abandonen sus puestos el 20 enero.

2017-01-07

Por El Diario de Las Américas

En dos semanas, Estados Unidos no tendría un solo embajador en ejercicio en el mundo. Es lo que ha ordenado el presidente electo, Donald Trump, que rompe así con una tradición de la diplomacia estadounidense en la cual los enviados ante el mundo no son sustituidos de inmediato.

Es una decisión que ha sido anunciado este viernes por su equipo de transición y que deja a Washington sin sus representantes en un momento en que procede a un cambio sustancial en la presidencia.

La decisión ha dejado estupefactos a medios diplomáticos dentro y fuera del país, porque hasta ahora los embajadores, incluso, eran los encargados de presentar a los nuevos mandatarios ante los gobiernos acreditados. Ahora esa tarea queda relegada a un segundo plano, ya que será llevada a cabo por los encargados de negocios, los segundos al mando en las embajadas.

Países importantes y aliados estratégicos de Estados Unidos como el Reino Unido, Canadá, México, Japón, China, Francia, Italia, Israel, Arabia Saudita, por ejemplo verán partir los embajadores de Washington prácticamente sin tener tiempo de despedirse, porque Donald Trump ha decidido que todos deben renunciar cuando él asuma la presidencia, sin que importe que sean diplomáticos de carrera o nombramientos políticos.

Pero la decisión no afecta a la embajada en La Habana, donde el embajador nombrado, Jeffrey DeLaurentis, no ha sido confirmado por el senado por lo cual ejerce como encargado de negocios.

Inicialmente, el presidente Barack Obama había ordenado esta semana la renuncia de todos los embajadores políticos, de modo a dejar espacio para que la nueva administración republicana nombrara los suyos, casi siempre grandes contribuyentes de la campaña presidencial del mandatario entrante. Pero, aparentemente, Trump ha extendido a esas instrucciones a todos ellos, incluyendo los embajadores de carrera a quienes nunca se habían sustituido en un proceso de transición.

"Algunos de los embajadores están corriendo, pensaban que iban a poder continuar algún tiempo en sus puestos. Pero se han resignado y están buscando rápidamente como mudarse, encontrar casa y escuela para los chicos", dijo a la revista Politico, un funcionario del Departamento de Estado que pidió el anonimato.

Esto crea un problema inmediato. Obliga a la nueva Casa Blanca a nombrar embajadores quienes deben ser confirmados por el senado. Pese a la existencia de una mayoría republicana en la Cámara Alta, no hay garantías de que el proceso de confirmación sea suave porque los senadores van a estar muy ocupados buscando informaciones sobre los nombrados para poder hacerles preguntas durante las audiencias.

Además, todavía dependen de los demócratas para marcar las fechas de las audiencias en el Comité de Relaciones Exteriores. Según la Asociación del Servicio Exterior de EEUU (AFSA), una sindicato que representa a los diplomáticos, existen 188 posiciones de embajador disponibles, que ahora deberán ser llenados, primero nominados y después confirmados.

"Es una tarea por lo menos para los próximos seis meses. Nos quedamos sin embajadores en un momento crítico en términos de seguridad regional e internacional, lucha contra el terrorismo y el narcotráfico", dijo a Diario Las Américas, un diplomático estadounidense que también abandonará su puesto en un país latinoamericano, pese a no ser embajador.

Es más, "esto es un indicio de que algunas cosas cambiaran en nuestro servicio exterior. Muchos países se estarán preguntando ahora como serán sus relaciones bilaterales", agregó.

Cargos políticos en la mira

De acuerdo con un cable de la agencia EFE, los principales objetivos de la medidad son los embajadores que son catalogados como 'políticos'.

En EE.UU. es habitual que el presidente designe embajadores políticos, aquellos nombrados directamente y que, en gran parte de los casos, son donantes y amigos, un grupo que, según los medios estadounidenses, supone cerca de un 30 % del total.

De acuerdo a estas informaciones, quedarán exentos los embajadores de carrera que formen parte del cuerpo diplomático del Departamento de Estado de EE.UU.

La decisión supone poner fin a la tradición mantenida en anteriores traspasos de gobierno, que permitía extensiones del tiempo al frente de las embajadas en función de circunstancias personales, como el curso escolar de los hijos de estos embajadores.

De este modo, y dado que las designaciones para encabezar las embajadas de EE.UU. deben ser confirmadas por el Senado, lo que conlleva largos periodos, el Gobierno podría quedarse sin representantes del más alto nivel en sedes diplomáticas de gran importancia como Francia, Japón o Israel.

Ante la ausencia de embajador, las legaciones diplomáticas son encabezadas por funcionarios de carrera que estén prestando servicio a la espera de la confirmación del nuevo representante.

Foto: Estrategia y Negocios

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