Biden llega hoy mismo a Brasil en pleno Mundial de fútbol y su primera escala en el país será en la ciudad nororiental de Natal, donde asistirá al partido que disputarán las selecciones de Estados Unidos y Ghana.
Desde Natal, Biden se trasladará a Brasilia, donde mañana tendrá una reunión de trabajo con su homólogo, Michel Temer, para 'avanzar en la relación' bilateral, analizar la cooperación en las áreas de energía, economía y ciencia y tecnología, entre otras, y discutir la agenda política regional y global, según informó la Casa Blanca.
Luego, tendrá una 'breve' entrevista con Rousseff, la cual fue calificada como 'una cortesía' por fuentes oficiales brasileñas.
'Se puede decir que es la diplomacia del fútbol', dijo a Efe un portavoz del Gobierno brasileño sobre la visita de Biden a Brasilia, que supondrá el primer contacto oficial y de alto nivel entre ambos Gobiernos desde que Snowden reveló a mediados de 2013 el alcance del espionaje de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) en Brasil.
Según denunció Snowden, esa agencia de inteligencia espió las comunicaciones personales de Rousseff, así como las de varios de sus ministros e incluso las de poderosas empresas brasileñas, como la petrolera estatal Petrobras.
Esas denuncias, que no fueron negadas por el Gobierno de Estados Unidos, llevaron a Rousseff a suspender una visita de Estado que tenía previsto hacer a Washington el pasado 23 de octubre.
'Reconocemos que las revelaciones no autorizadas sobre programas de inteligencia de Estados Unidos generaron preocupación en gobiernos del mundo, incluyendo el Gobierno y el pueblo brasileño', declaró Biden en una entrevista que publica hoy el diario Folha de Sao Paulo.
El vicepresidente también dijo que Estados Unidos está decidido a 'reconstruir la confianza con Brasil' y sostuvo que, para ello, será importante revisar 'cara a cara y con el mayor respeto' el estado de las relaciones bilaterales, que consideró 'muy importantes'.
Hace quince días, Rousseff recibió a un grupo de corresponsales extranjeros y declaró que 'las relaciones con Estados Unidos son buenas', pero aclaró que 'aún no están dadas las condiciones' para replantearse la visita de Estado a Washington.
Según la mandataria, 'no hubo ninguna interrupción en la relación con Estados Unidos' por el escándalo del espionaje, pero Brasilaún espera 'una señal de que eso no volverá a repetirse'.
En forma metafórica, dijo que ambos Gobiernos están ahora en una fase de 'noviazgo' y que esa visita de Estado sólo se dará cuando estén más cerca del 'casamiento'.
Medio en broma, apuntó que el Gobierno de Estados Unidos tiene 'la suerte' de contar con un vicepresidente 'tan seductor' como Joe Biden, por quien expresó su 'admiración' y 'respeto', al igual que lo hizo en relación al presidente estadounidense, Barack Obama.
No obstante, Rousseff puntualizó que, hasta ahora, 'nadie' le ha aclarado qué información obtuvieron los espías estadounidenses y qué consecuencias pudiera tener el acceso a sus comunicaciones.
Además de cancelar su visita de Estado a Washington, Rousseff promovió un debate sobre el espionaje en la ONU, que concluyó en diciembre pasado con la adopción de una resolución que reafirmó 'el derecho a la privacidad' en internet.
Rousseff también convocó una conferencia global, celebrada el pasado abril en Sao Paulo, en la que representantes de Gobiernos y la sociedad civil de 85 países abogaron por establecer el derecho a la privacidad como uno de los 'principios fundamentales' para la futura gobernanza de la red.