'El país ha apelado ese desaguisado de Griesa. Nos presentamos e hicimos conocer nuestra visión. Era impensado que uno tuviera que aceptar que bonos argentinos con legislación argentina es deuda externa. Es deuda doméstica y se resuelve con legislación argentina', declaró a la prensa el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández.
El gobierno de Cristina Kirchner apeló el lunes en Nueva York la medida del juez Griesa, quien el 12 de marzo prohibió al Citibank el pago de bonos reestructurados en dólares, canjeados en 2005 y 2010 bajo legislación argentina, que maneja ese banco.
Según Griesa, ese pago violaría su fallo a favor de fondos especulativos que ganaron un juicio a Argentina por US$1.330 millones por títulos en default desde 2001.
Luego, tras un acuerdo entre el Citibank y los fondos especulativos, la entidad fue autorizada a pagar el vencimiento del 31 de marzo y el de fines de junio, pero a condición de retirarse del negocio.
El lunes, el Banco Central realizó una inspección al Citibank, que nombró a la banquera Rosa Aranguren en reemplazo del presidente Gabriel Ribisich, suspendido por la autoridad monetaria para ser representante legal de la entidad a raíz del acuerdo con los fondos 'buitre'.
La Comisión Nacional de Valores también había suspendido al Citibank Argentina para operar en mercado de capitales.
Ante las presiones de los fondos, 'el Citibank cede y por eso es sancionado, no es posible que deje en banda (a su suerte, ndlr) a sus clientes, sobre todo siendo una actividad rentable', agregó Fernández.
La medida de Griesa fue calificada de 'insólita' por el ministerio de Economía en un comunicado de prensa para informar de la apelación.
Las decisiones de la justicia estadounidense 'afectan gravemente al sistema financiero global y al derecho internacional. Su único objetivo es otorgar mayor poder de extorsión a los fondos buitres', indicó la cartera de Axel Kicillof.