Por El Diario de Hoy
Para calcular cuánto tendrá que dar cada cotizante, el artículo 232-T del decreto de la reforma establece una compleja fórmula. "Se calculará como el cociente de dos salarios mínimos... sobre el último ingreso de cotización... multiplicado por el saldo de la cuenta individual".
Para comprenderlo, se puede pensar en el siguiente escenario práctico:
Un trabajador de mediana edad gana actualmente US$600 mensuales y tiene ahorrados US$11.000 en su cuenta individual.
Los dos salarios mínimos que dice la ley son unos US$504 actualmente y representan un 84% del salario del sujeto del ejemplo citado. Eso significa que sacarán el 84% de los ahorros de este salvadoreño para pasarlos al Fondo Público. El 16 % restante quedará en su cuenta de AFP.
Entonces, luego del traspaso, en su cuenta quedarán solo US$1.760, de los US$11,000 que tenía ahorrados después de tanto trabajo. El dinero que le quitaron por decreto para el fondo público ya no existe de forma individual, porque es dinero que se usará para pagar pensiones de los jubilados estatales actuales.
Lo que tampoco le va a gustar al usuario del ejemplo citado es que en su cuenta individual, actualmente la AFP le generaría una ganancia anual de US$250, pero con la reforma, los pocos ahorros que le queden en su cuenta individual de la AFP, apenas le darán US$40 de rentabilidad al año, porque entre menos dinero le deje el Estado, menos ganancia tendrá. Y el resto del dinero que pasa a manos del Estado, no genera rentabilidad.
Mientras, el salvadoreño que gana menos del salario mínimo, ya no verá saldo en su cuenta de AFP, porque este dinero se traslada completamente a la cuenta del Estado, donde no genera ganancia. Estos ejemplos se han sacado con base a lo que establece el artículo '232 T', de la reforma presentada a la Asamblea Legislativa.
Para calcular cuánto tendrá que dar cada cotizante, el artículo 232-T del decreto de la reforma establece una compleja fórmula. "Se calculará como el cociente de dos salarios mínimos... sobre el último ingreso de cotización... multiplicado por el saldo de la cuenta individual".
Para comprenderlo, se puede pensar en el siguiente escenario práctico:
Un trabajador de mediana edad gana actualmente US$600 mensuales y tiene ahorrados US$11.000 en su cuenta individual.
Los dos salarios mínimos que dice la ley son unos US$504 actualmente y representan un 84% del salario del sujeto del ejemplo citado. Eso significa que sacarán el 84% de los ahorros de este salvadoreño para pasarlos al Fondo Público. El 16 % restante quedará en su cuenta de AFP.
Entonces, luego del traspaso, en su cuenta quedarán solo US$1.760, de los US$11,000 que tenía ahorrados después de tanto trabajo. El dinero que le quitaron por decreto para el fondo público ya no existe de forma individual, porque es dinero que se usará para pagar pensiones de los jubilados estatales actuales.
Lo que tampoco le va a gustar al usuario del ejemplo citado es que en su cuenta individual, actualmente la AFP le generaría una ganancia anual de US$250, pero con la reforma, los pocos ahorros que le queden en su cuenta individual de la AFP, apenas le darán US$40 de rentabilidad al año, porque entre menos dinero le deje el Estado, menos ganancia tendrá. Y el resto del dinero que pasa a manos del Estado, no genera rentabilidad.
Mientras, el salvadoreño que gana menos del salario mínimo, ya no verá saldo en su cuenta de AFP, porque este dinero se traslada completamente a la cuenta del Estado, donde no genera ganancia. Estos ejemplos se han sacado con base a lo que establece el artículo '232 T', de la reforma presentada a la Asamblea Legislativa.
