POR AFP
La empresa estatal China Communications Construction Company Limited (CCCC) construirá en Nicaragua una planta de energía solar fotovoltaica con capacidad de 67,3 megavatios, informó este lunes el gobierno del país centroamericano.
El proyecto de energía solar se implementará con un crédito chino por 80 millones de dólares, indicó la vicepresidenta Rosario Murillo a medios oficialistas.
Funcionarios del Ministerio de Energía y Minas y del Ministerio de Hacienda y Crédito Público nicaragüenses participaron en China en la firma del compromiso, dijo Murillo, esposa del presidente Daniel Ortega.
El diseño, suministro y construcción de la planta de generación fotovoltaica se desarrollará en "El Hato", en Ciudad Darío, en el departamento norteño de Matagalpa, agregó.
El asesor presidencial para la Promoción de Inversiones, Comercio y Cooperación Internacional, Laureano Ortega Murillo, que se unió en forma virtual a la firma del contrato, dijo que la empresa CCCC también construirá otra planta de energía solar y que entre ambas generarán más de 130 megavatios.
"Estos son momentos históricos, extraordinarios para el país, en el marco del desarrollo de relación de hermandad entre Nicaragua y China", indicó Ortega Murillo, hijo del presidente y de la vicepresidenta.
La empresa china construirá otra planta con capacidad de 63 megavatios y con una inversión de 82 millones de dólares, en San Isidro, en el departamento de Matagalpa, según un contrato firmado el 2023, sostuvo a medios oficialistas.
Por su parte, el presidente de CCCC, Wang Tongzhou, indicó que aumentarán sus inversiones en el país centroamericano para "aprovechar al máximo nuestra competitividad en infraestructura y hacer más aporte a la amistad entre China y Nicaragua".
En diciembre pasado, China y Nicaragua acordaron elevar sus relaciones al nivel de "asociación estratégica", después de una plática telefónica entre el presidente chino Xi Jinping y Ortega.
Nicaragua y China pusieron en marcha en enero un Tratado de Libre Comercio.
En 2021, Managua estableció relaciones con China después de romper con Taiwán, considerada por Pekín como un territorio propio cuyo control debe retomar, incluso por la fuerza de ser necesario.
Desde entonces, la segunda economía mundial ha apoyado al gobierno nicaragüense, que enfrenta sanciones y la condena por Estados Unidos y países europeos tras las protestas de 2018 contra Ortega, que dejaron más de 300 muertos según la ONU.
Los dos gobiernos acordaron que, como parte de su asociación estratégica, reforzarán "los intercambios y la cooperación" también en seguridad y tecnología.
El gobierno y empresas chinas participarán también en la construcción de viviendas populares, proyectos de infraestructura vial, aeroportuaria, ferroviaria y energética.