Por revistaeyn.com
Pese a las pocas lluvias de los últimos meses, la Secretaría de Gestión de Riesgos y Contingencias de Honduras (COPECO) lanzó una prevención que uno o dos ciclones tropicales podrían impactar al país y dejar severos daños a la economía nacional.
La temporada ciclónica en el océano Atlántico inicia su actividad el 1 de junio y se espera que se formarán unas 23 tormentas tropicales, de los cuales, 11 llegarán a ser huracanes, cinco de ellos peligrosos y tres pasarían por agua o suelo hondureño y uno de ellos sería destructivo.
La temporada 2024 de huracanes en el Atlántico se proyecta como "extraordinaria", con la posibilidad de que haya entre cuatro y siete huracanes de categoría 3 o más, indicó la Oficina de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA).
"Esta temporada será extraordinaria en muchos sentidos", declaró en rueda de prensa el director de la NOAA, Rick Spinrad.
Teniendo en cuenta todas las tormentas más potentes, la agencia nunca había pronosticado un número tan alto en sus proyecciones para mayo, añadió el funcionario.
Estas previsiones están relacionadas en particular con el desarrollo previsto del fenómeno meteorológico La Niña, así como por temperaturas muy elevadas en el norte del océano Atlántico, explicó.
Ante este panorama, COPECO dice que se ha mantenido en constante preparación con ayuda humanitaria en bodegas en todo el país. reuniones con cooperantes y el dragado de 180 km de río en Santa Bárbara, entre otras acciones para la respuesta a la población ante una posible emergencia.
Las acciones de preparación han incluido la participación de diferentes sectores para el dragado de los ríos Choluteca, Nacaome, Goascorán, Ulúa, Chamelecón, Aguán, León y Cangrejal para evitar inundaciones.
En la mayoría de estos ríos se ha instalado y fortalecido sistemas de alerta temprana como mecanismo de aviso a la población ante posibles crecidas en la época de ciclones tropicales.
Las autoridades hicieron el llamado general a implementar una cultura de prevención con la limpieza y aseguramiento de techos de viviendas, limpieza de tragantes, cunetas y recolección de desechos, así como la poda de árboles para evitar inundaciones por la obstrucción del cauce del agua.