La importancia de las remesas sigue en aumento, sobre todo en las zonas rurales donde más se necesitan y donde ofrecen más oportunidades para lograr una transformación. A continuación, se enumeran 12 razones que explican esa importancia:
1. Hasta 1.000 millones de personas en todo el mundo —es decir, una de cada siete— participan en el envío y la recepción de remesas. Cada año, 200 millones de trabajadores migrantes envían dinero a sus hogares, y 800 millones de personas se benefician de esos flujos.
2. En más de 70 países, las remesas constituyen al menos el 4 % del PIB. Tal y como demuestran esos países, las remesas impulsan la transformación y el crecimiento socioeconómicos, sobre todo en las zonas rurales.
3. A pesar de la crisis de la COVID-19 y la inestabilidad política, el monto total de los flujos de remesas ha aumentado. Según datos recientes del Banco Mundial, las remesas enviadas a países de ingreso mediano bajo alcanzaron los US$605.000 millones en 2021. Eso representa un crecimiento de más del 8 % con respecto a 2020.
4. Los trabajadores migrantes envían a sus hogares, de media, entre US$200 y US$300 cada uno o dos meses. Esto supone tan solo el 15% de sus ingresos; sin embargo, esos envíos pueden representar hasta el 60% de los ingresos totales de los hogares, por lo que constituyen un salvavidas para millones de familias.
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5. Más del 50% de las remesas se envían a hogares del medio rural, donde residen el 75% de las personas pobres y que padecen inseguridad alimentaria del mundo. A nivel mundial, se espera que en los próximos cinco años el flujo total de remesas enviadas a las zonas rurales ascienda a US$3 billones.
6. En los últimos 20 años, el valor de los flujos de remesas se ha quintuplicado. Esos flujos suelen desempeñar una función anticíclica, es decir, se mantienen durante los fenómenos adversos ocurridos en los países receptores.
7. Los flujos de remesas pueden llegar hasta las zonas más remotas en tiempos de dificultad, gracias a la adopción de las tecnologías digitales por parte de los trabajadores migrantes y sus familias. El monto de dinero enviado a través de transferencias por telefonía móvil aumentó un 65% en 2020 hasta alcanzar los US$12.700 millones y siguió ascendiendo en 2021 hasta los US$16.000 millones.
8. Aproximadamente el 75 % de las remesas se destinan a comprar alimentos y costear los gastos médicos, domésticos o de escolarización. Además, el 25 % restante de las remesas, lo que supone más de US$150.000 millones cada año, puede ahorrarse o invertirse en la creación de activos o en actividades generadoras de ingresos y puestos de trabajo.
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9. Ahora mismo, las conversiones de divisas y las comisiones suponen (de media) en torno al 6% del dinero total enviado, lo que supera la meta del 3% fijada en los ODS. A ese respecto, los servicios financieros innovadores, como las transferencias de dinero a través de teléfonos móviles y la tecnología blockchain, tienen un potencial enorme para transformar de manera integral los mercados.
10. Se estima que, entre 2022 y 2030 (el plazo fijado para alcanzar los ODS), los trabajadores migrantes enviarán un total de US$5.4 billones a sus comunidades de origen en países en desarrollo. De esa cifra, en torno a US$1.5 billones se ahorrarán o invertirán.
