Por revistaeyn.com
Costa Rica aspira a convertirse en un hub regional de la industria de semiconductores, pero antes requiere ciertas condiciones.
Este país centroamericano fue el primer beneficiado por la Ley de Chips y Ciencia, luego del anuncio hecho por el presidente de Estados Unidos Joe Biden en 2022 sobre una serie de incentivos para desarrolladores de semiconductores.
En cuanto a exportaciones de circuitos integrados y microprocesadores electrónicos, las cifras de la Promotora de Comercio Exterior (Procomer), indican que los montos son cercanos a los US$500 millones por año.
Uno de los elementos críticos para desarrollar un centro de fabricación de chips es el factor humano. Según especialistas, a este se unen otros como infraestructura, conectividad, incentivos fiscales y precio competitivo de electricidad, entre otros.
En Costa Rica solo el 8 % de los graduados universitarios son ingenieros y ese porcentaje no ha variado en los últimos 15 años.
"Muy importante también es que ese talento local sea bilingüe, que el costo de la energía eléctrica (dólar por kilowatt-hora) sea muy competitivo y que se mantengan en el tiempo las exenciones impositivas”, detalla Sandro Zolezzi, investigador asociado de LEAD University y research fellow de la Academia de Centroamérica.
En el tema de conectividad sin duda alguna si como país lográramos tener 5G cuanto antes, eso sería un plus enorme, lo que sí está claro es que el Gobierno tiene que modernizar más los incentivos”, considera Vargas, quien resalta que el proceso incluye ensamblaje, empaquetado y prueba, además de que la idea es incursionar también en el área de diseño.
En el caso de este centro privado de educación superior apuestan a asociaciones como con otras instituciones académicas internacionales como Arizona State University, que cuenta con experiencia en la industria ya que ha trabajado con Intel y facilita el entrenamiento con sus docentes, así como una alianza con Synopsis para software de modelaje y Solidworks para diseño.
“Si tenemos la oportunidad de traer profesionales a una pasantía por 3 a 6 meses, el tema migratorio debería ser mucho más ágil para que estos expertos puedan venir y hacer toda la transferencia tecnológica requerida, se necesita un permiso de trabajo, este es un reto importante que existe”, recomienda Vargas Céspedes.
Actualmente ya existen varias compañías relacionadas con el procesamiento de semiconductores en Costa Rica, aparte de Intel. Algunas, están directamente relacionadas con los procesos de Intel, pero otras tienen actividades independientes.
Sin embargo, el plan “Chips Act”, representa una excepcional oportunidad, para un gran desarrollo de esta industria en el país, con los correspondientes beneficios económicos y tecnológicos”, considera por su parte Eduardo Escalante, director de la carrera de Ingeniería Eléctrica y afines de la Universidad Fidélitas.
Con información de CRHoy