Por El Tiempo (Colombia)
Los dos candidatos a quedarse con la compañía aérea, propiedad del Estado portugués, actualizaron las propuestas presentadas previamente, después de que el ministro de Economía, António Pires de Lima, les pidiera que presentaran una oferta mejor.
El Gobierno recibió las dos ofertas una vez desbloqueada la suspensión cautelar promovida por una asociación cívica mediante un recurso que invocaba interés público.
En declaraciones a los periodistas, el secretario de Estado de Transportes, Sérgio Monteiro, señaló que no es posible determinar cuándo el Gobierno decidirá si acepta alguna de las dos ofertas, aunque aseguró que intentará tomar una decisión en el próximo consejo de ministros, que se celebra este jueves.
En teoría, Parpública -la entidad que gestiona las participaciones del Estado portugués- dispone de cinco días hábiles para analizar las propuestas de Efromovich y Neeleman, y comprobar que cumplen los requisitos.
Aunque no se conocen las cifras oficiales, la prensa lusa apuntó en su momento que las ofertas de Efromovich y Neeleman preveían una inyección de entre 300 y 350 millones de euros en TAP y unas ganancias para el Estado de entre 20 y 35 millones de euros.
El secretario de Estado de Transportes destacó además la competitividad que existe entre los dos candidatos por comprar TAP, recordando que en el primer intento del ejecutivo de privatizar la aerolínea, en 2012, sólo fue recibida una oferta (la de Synergy Group).
El grupo TAP incluye, además de la aerolínea, una empresa especializada en mantenimiento e ingeniería en Brasil y la firma de gestión de carga y equipajes Groundforce, y todas ellas suman un total de 13.000 trabajadores.
TAP, con una flota de 77 aviones, transportó en 2014 a unos 11,4 millones de pasajeros -récord de la compañía- a 82 destinos en áfrica, Europa y América, este último donde es líder en las conexiones entre Brasil y Europa.
Los dos candidatos a quedarse con la compañía aérea, propiedad del Estado portugués, actualizaron las propuestas presentadas previamente, después de que el ministro de Economía, António Pires de Lima, les pidiera que presentaran una oferta mejor.
El Gobierno recibió las dos ofertas una vez desbloqueada la suspensión cautelar promovida por una asociación cívica mediante un recurso que invocaba interés público.
En declaraciones a los periodistas, el secretario de Estado de Transportes, Sérgio Monteiro, señaló que no es posible determinar cuándo el Gobierno decidirá si acepta alguna de las dos ofertas, aunque aseguró que intentará tomar una decisión en el próximo consejo de ministros, que se celebra este jueves.
En teoría, Parpública -la entidad que gestiona las participaciones del Estado portugués- dispone de cinco días hábiles para analizar las propuestas de Efromovich y Neeleman, y comprobar que cumplen los requisitos.
Ofertas, aún en secreto
Monteiro desveló que las nuevas ofertas incluyen alteraciones en el plan estratégico, pero aseguró que todavía no dispone de información sobre si también se mejoró la parte financiera.Aunque no se conocen las cifras oficiales, la prensa lusa apuntó en su momento que las ofertas de Efromovich y Neeleman preveían una inyección de entre 300 y 350 millones de euros en TAP y unas ganancias para el Estado de entre 20 y 35 millones de euros.
El secretario de Estado de Transportes destacó además la competitividad que existe entre los dos candidatos por comprar TAP, recordando que en el primer intento del ejecutivo de privatizar la aerolínea, en 2012, sólo fue recibida una oferta (la de Synergy Group).
El grupo TAP incluye, además de la aerolínea, una empresa especializada en mantenimiento e ingeniería en Brasil y la firma de gestión de carga y equipajes Groundforce, y todas ellas suman un total de 13.000 trabajadores.
TAP, con una flota de 77 aviones, transportó en 2014 a unos 11,4 millones de pasajeros -récord de la compañía- a 82 destinos en áfrica, Europa y América, este último donde es líder en las conexiones entre Brasil y Europa.