Inversores colombianos, mexicanos y venezolanos entraron en el sistema financiero español de la mano del Sabadell, el Popular y el grupo Novagalicia.
Por: Economista.es
'La banca extranjera tiene un papel que jugar en España y ese papel fomentará al sector'. Esas fueron las palabras del secretario general de la patronal bancaria española AEB, Pedro Pablo Villasante, sobre la entrada de inversores latinoamericanos en el accionariado de los bancos españoles.
De hecho, en los últimos cuatro meses, han llegado a España casi 2.000 millones de euros procedentes de Latinoamérica para reforzar el capital de entidades españolas y convertirse en accionistas de referencia de las mismas, según adelanta el diario El Mundo.
En este sentido, Villasante reconoce que 'se está viendo que hay interés por invertir y esto supone que hay expectativas de retorno'.
Inversores colombianos, mexicanos y venezolanos entraron en el sistema financiero español de la mano del Sabadell, el Popular y el grupo Novagalicia. Unos, aprovecharon para reforzar su capital; otros, para deshacerse de una entidad pública. España reafirma la intención de reforzar sus lazos con América Latina.
En el caso del Sabadell, el banco que preside Josep Oliu cubrió parte de su última ampliación de capital, valorada en 1.382 millones, con 425 millones procedentes de dos empresarios latinoamericanos. El banquero colombiano Jaime Gilinski y el mexicano David Martínez, residente en Nueva York, invirtieron 275 millones de euros cada uno, pasando a tener una participación del 10% del banco.
En cuanto al Popular, un 6% del banco será propiedad de un grupo de empresarios mexicanos liderados por una de las principales fortunas de México. En concreto, se trata de la familia del Valle, encabezada por Antonio Del Valle, accionista de Mexichem, Pocheta y Banco Ve por Más (BX+). La revista Forbes, en su edición mexicana de 2013, valoró su fortuna en 3.600 millones de euros.
La última entrada de dinero latinoamericano en una entidad financiera española se produjo hace una semana, cuando el Estado, a través del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob), decidió vender Novagalicia a Banesco, un grupo financiero venezolano que ya está en España bajo la marca Banco Etcheverría. Los venezolanos pagarán 1.003 millones de euros por las antiguas cajas gallegas, además de quedarse con carteras de créditos fallidos por valor de 3.100 millones.