Por revistaeyn.com
Los pagos digitales han permitido el acceso a nuevas funcionalidades y servicios financieros, pero también han abierto la puerta a ataques sofisticados. El Fondo Monetario Internacional (FMI), en su Global Financial Stability Report, ha señalado que el sistema financiero global se encuentra expuesto a ciberamenazas que aprovechan vulnerabilidades en plataformas de pago y protocolos de comunicación.
Los pagos digitales incluyen diversos métodos, desde billeteras móviles y banca en línea hasta criptomonedas y transacciones con tecnología NFC; ofrecen una forma rápida y cómoda de realizar transacciones financieras sin efectivo. Sin embargo, estos sistemas dependen de redes digitales, lo que los hace vulnerables a ciberataques.
Datos del estudio Global Payments Report, dan a conocer que los pagos digitales crecieron del 34 % del valor del e-commerce en 2014 al 66 % en 2024, además se prevé que para el 2030, los pagos digitales representarán el 7 9% del valor global del e-commerce.
Para tener una idea de los montos que se están manejando en la actualidad, el valor de las billeteras digitales creció aproximadamente 10 veces, de US$1,6 billones en 2014 a US$15,7 billones en 2024. Pero en 2024, las pérdidas económicas derivadas de fraudes electrónicos en México superaron los 293.000 millones de pesos, según el informe de la Global Anti-Scam Alliance.
Las estadísticas del informe señalan que el número de usuarios de pagos digitales ha experimentado un crecimiento sostenido, se prevé que en regiones con amplia adopción tecnológica, la base de usuarios pueda incrementarse de forma considerable en pocos años.
Con este crecimiento de los usuarios, el costo de los ciberataques en el sector financiero podría llegar a cifras de varios miles de millones de dólares anuales.
"Este impacto económico se traduce en pérdidas monetarias directas, contracargos y, en algunos casos, en interrupciones significativas en el servicio que afectan tanto a empresas como a consumidores, adoptar medidas proactivas de ciberseguridad para salvaguardar, no sólo los activos financieros, sino también la confianza de los usuarios en el ecosistema digital. Declara Arturo Huesca, consultor en ciberseguridad de A3Sec, empresa especializada en servicios de operación unificada de ciberseguridad.
ESTRATEGIAS DE SEGURIDAD
Para cerrar el paso a los ciberdelincuentes, las empresas y los usuarios deben implementar estrategias de ciberseguridad que protejan sus activos digitales, de esta manera las empresas pueden adoptar métodos de autenticación multifactor (MFA) y encriptar los datos en todas las transacciones es fundamental para proteger la integridad y confidencialidad de la información.
También se recomienda realizar auditorías regulares, aplicar parches de seguridad en cuanto estén disponibles y mantener actualizados todos los sistemas es esencial para evitar que vulnerabilidades conocidas sean explotadas.
Para Huesca es necesario que las empresas de servicios financieros digitales se alineen a estándares globales como PCI DSS y regulaciones como PSD2 en Europa o las normativas en Estados Unidos, esto permite crear un marco de referencia que asegura un nivel mínimo de protección en las transacciones.
Además las empresas pueden implementar sistemas de vigilancia continua que, mediante inteligencia artificial y análisis de patrones, detecten incidentes en tiempo real, permitiendo una respuesta inmediata ante intentos de ciberataques.
Por último, el directivo de A3Sec recomienda capacitar a los colaboradores en ciberseguridad y establecer protocolos claros para responder a incidentes y así fortalecer la seguridad interna y reducir el riesgo humano en la cadena de protección.
Considerando la velocidad con la que crecen las ciberamenazas, es indispensable invertir en ciberseguridad y dar un paso adelante en el entorno del comercio electrónico. Se requiere de un esfuerzo conjunto de las empresas y los consumidores para adoptar una cultura de ciberseguridad que permita construir un ecosistema de pagos digitales más seguro sin caer en los riesgos de la ciberdelincuencia.