Claves del día

Centroamérica puede tener una nueva relación agricultura-tecnología

Futuróloga incentiva a gobiernos, empresas y organizaciones a pensar en el futuro en un horizonte de cinco a 20 años.

2022-05-29

Por Gabriela Origlia, E&N

El Instituto para el Futuro (Institute for the Future -IFTF-), con base en Silicon Valley, es una organización sin fines de lucro que se dedica a tratar de descifrar lo que vendrá en las diferentes áreas de la vida. Desde la sociedad civil a los gobiernos, pasando por el mundo de los negocios. Hace medio siglo que, basado en métodos de prospectiva, acerca a los líderes documentos con claves para la toma de decisiones.

Daria Lamb es “embajadora” de futuro. Incentiva a gobiernos, empresas y organizaciones a pensar en el futuro en un horizonte de cinco a 20 años. No solo les presenta pronósticos, sino que también enseña a los grupos a utilizar las habilidades de pensamiento futuro y el pen- samiento sistemático la toma de decisiones.

Lamb se sumó al IFTF después de cinco años en The Conference Board, un grupo de expertos económicos con sede en Nueva York, donde dirigió proyectos sobre habilidades futuras de la fuerza laboral y conocimiento digital. Es coautora de “Fluidez cultural: cómo la cultura da forma al talento en China y las implicaciones para las empresas globales” y “Creación de la voz y el contenido adecuados para las redes sociales”. En 2017, fue nombrada miembro de la Sociedad Mundial de Innovación. Trabajó en programas para Centroamérica. En diálogo con E&N plantea que la región tiene la posibilidad de una “nueva relación entre agricultura y tecnología” que abra más oportunidades para las personas y pymes.

Con trabajos dedicados a los jóvenes, apunta que el mercado laboral cada vez más pide habilidades blandas -como la capacidad de trabajar en equipo- pero también la capacidad de encontrar información de múltiples fuentes y dar sentido a las historias. Habla de “dar sentido a sistemas complejos y descabellados”.

Lamb destaca a Costa Rica por su “herencia y compromiso” con la educación lo que la deja en posición de experimentar y adaptarse a nuevas formas de enseñanza. El IFTF está considerado como una referencia mundial en predicciones sobre las nuevas corrientes sociales, políticas, económicas. Aunque están concentrados en el futuro, en el instituto admiten que se debe entender la historia y los patrones del pasado. Además, están convencidos de que es vital trabajar considerando todas las posibilidades de manera de que cuando algo ocurre los responsables de decisiones ya se hayan preparado para eso.

“Podemos imaginar algo y podemos trabajar en ello y quizás, se puede construir lo que se imaginó. La imaginación es importante”, suele repetir Mariana Gorbis, la directora de la institución. “Hay señales del futuro pero hay que prestarles atención, si les prestáramos atención veríamos muchas que están en las orillas, que no están bien señaladas, son extrañas, hacen que nos pongamos de pie y nos preguntemos por qué sucede esto, cuál es la causa”, agrega.

El equipo que integra Lamb advierte que ninguno “nace futurista experto” y que incluso después de años de práctica, hay más que aprender. Un juego en el que se preguntan ¿Qué consejo desearían que les hubieran compartido en sus inicios?, ella responde que el objetivo “no es llegar a un pronóstico perfecto: el proceso mismo de desarrollar la previsión mejora la capacidad de anticipar el futuro”. Sostiene que la pandemia provocó un “gran salto tecnológico” y que para la sociedad significa ver las interrelaciones de una nueva forma y de más consciencia en algunos temas. Por ejemplo, es optimista respecto a más cooperación para abordar el cambio climático.

¿Qué significa aplicar el método científico y las estadísticas para detectar señales latentes en el día a día con el potencial de convertirse en tendencias globales?

El Instituto para el Futuro se fundó hace más de 50 años como una organización de interés público que busca brindar la capacidad de pensar sistemáticamente en el futuro a individuos, empresas y gobiernos. Se trabaja en la previsión de cómo el futuro puede ser diferente a partir de la evidencia concreta, a través de la detección de pequeñas señales de cambio que son visibles para observadores entusiastas. Esto significa que los líderes no toman decisiones basadas en sus instintos o su opinión, sino en lo que observan y pueden compartir con los demás.

¿Qué análisis que ha hecho el equipo sobre cómo será el mundo pospandemia?

La pandemia tiene un impacto duradero en la forma en que vivimos, trabajamos y aprendemos. Ha beneficiado a muchos, incluido a muchos de Centroamérica, al brindar a las empresas y educadores el incentivo para arriesgarse y experimentar con el trabajo y el aprendizaje remoto. Muchos experimentos no fueron perfectos, pero redujeron la ansiedad y la incertidumbre sobre cómo incorporarlos. La pandemia provocó un gran salto tecnológico para muchos en la región. Al mismo tiempo, vemos que en la sociedad pospandemia, las personas ven su interrelación con nuevas formas.

¿Qué creen que cambió en la mirada de la gente?

Somos más conscientes de los riesgos que corren los trabajadores de la salud, de lo frágiles que son las economías basadas en el turismo, de cómo todos tienen que cooperar para enfrentar grandes desafíos. Mi lado optimista espera que esto prepare el escenario para una mayor co- operación para abordar juntos el cambio climático.

¿Cuáles son los escenarios más probables en áreas como economía, comportamiento humano, vida institucional?

Tenemos que estar preparados para considerar múltiples futuros posibles, no solo los escenarios que esperamos que sucedan. La tecnología y la ciencia siempre están en desarrollo, pero solo porque algo es posible no necesariamente es posible que la sociedad y las personas estén listas para aceptarlo y adoptarlo. Esto significa que los futuros pensadores deben rastrear no solo las innovaciones, sino también las actitudes sociales y cómo están cambiando.

En Centroamérica, ¿qué detectan?

En las últimas décadas, Centroamérica ha redefinido familia, comunidad, cuánto tiempo se trabaja en un tipo de trabajo ¿Cuáles son los nuevos cambios en el horizonte para la región? Quizás una nueva relación entre agricultura y tecnología que abra más oportunidades para las personas y los pequeños propietarios. Al considerar nuevas posibilidades sorprendentes en el futuro, podemos estar más preparados para responder al cambio.

De su trabajo sobre la juventud y el futuro, ¿qué claves destacan?

El IFTF ha pasado más de una década pensando en cómo será el mundo dentro de 10 o 20 años y qué habilidades necesitarán los jóvenes para prosperar en ese futuro. Algunas habilidades son más blandas, como poder unirse rápidamente a un equipo o grupo que aparece para resolver un problema. Más técnicamente, todos tendrán que aprender a encontrar información de múltiples fuentes y dar sentido a la gran historia que nos cuentan esta información y datos.

Llamamos a esa habilidad “dar sentido a sistemas complejos y descabellados”, así aparece en ese in- forme sobre habilidades juveniles al que cualquiera puede acceder en nuestro sitio web. Otra habilidad técnica es aprender a “hacerse amigo de las máquinas”. Está claro que los humanos más las máquinas serán una combinación mucho más fuerte que los humanos “o” las máquinas. ¡Imagina lo que la cooperación puede hacer allí!

Usted trabajó en Costa Rica sobre el tema. ¿qué distingue a ese país?

Costa Rica se beneficia de su herencia y compromiso con la educación. Estar dispuesto a experimentar y adaptarse a nuevas formas de educación, programas e incluso redefinir quién es un “estudiante” sentará las bases para un futuro más sólido

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