Los gobiernos de Costa Rica, Honduras y Panamá se pronunciaron contra de la independencia de Cataluña, el mismo día en que el Parlamento regional declaró la independencia de España.
Los países centroamericanos se suman a las grandes potencias, desde la Unión Europea (tanto de manera conjunta, como de sus estados miembro por separado), hasta Estados Unidos o Canadá, pasando por los grandes países latinoamericanos como Argentina, México, o Chile, que desconocen la declaración ilegal realizada por la cámara regional catalana.
"Costa Rica no reconoce ni reconocerá la declaración de independencia unilateral y confía en que el Gobierno español y sus instituciones democráticas garantizarán los derechos y libertades de todos los ciudadanos", indicó la Cancillería tica.
Por su parte, el ministerio de Relaciones Exteriores de Honduras también dejó clara su postura: "Honduras manifiesta que no reconoce la declaración unilateral de independencia emitida por una parte del Parlamento Catalán en apego al derecho internacional'.
Mientras, Panamá señala que no reconoce ni reconocerá ninguna decisión unilateral de Cataluña que viole el Estado de Derecho, el orden constitucional y los principios democráticos que desde hace varios años caracterizan al Gobierno español.
Nicaragua, El Salvador y Guatemala no se han pronunciado al respecto, ni en uno, ni en otro sentido.