Los mandatarios del G20 se reúnen a partir de este jueves en San Petersburgo, donde el presidente de EE.UU., Barack Obama, tratará de sumar apoyos para una intervención en Siria, en tierras del principal adversario de una operación militar, el presidente ruso, Vladimir Putin.
Por: AFP
El avión de Obama aterrizó en el aeropuerto de Pulkovo, a las afueras de San Petersburgo, poco después de las 14h05 locales (10h05 GMT). El mandatario llegó proveniente de Estocolmo, donde instó a la comunidad internacional a no quedarse 'callada' frente a la 'barbarie' en Siria.
La cumbre de jefes de Estado del G20 está destinada a temas económicos y financieros, pero en las reuniones bilaterales previas, la crisis en Siria y un eventual ataque militar a ese país, que impulsan EEUU y Francia, se impusieron como temas dominantes. Obama debe reunirse antes del comienzo del G20 con el primer ministro japonés, Shinzo Abe.
También tiene previstas dos bilaterales, con el mandatario chino, Xi Jinping, y con el francés, François Hollande. Durante estos intercambios, Obama desea interrogar a sus aliados sobre 'el tipo de apoyo político y diplomático que podrían expresar a nuestros esfuerzos para hacer que el régimen sirio rinda cuentas', explicó el consejero adjunto de seguridad nacional del presidente estadounidense, Ben Rhodes, a la prensa a bordo del avión Air Force One.
Rhodes reconoció que Washington no 'espera que todos los miembros del G20 se pongan de acuerdo sobre el camino a seguir con respecto a Siria, dada en particular la posición rusa'. La Casa Blanca es 'muy escéptica' en cuanto a un cambio de posición del Kremlin sobre una resolución vinculante contra Damasco en la ONU. El consejero indicó que Estados Unidos 'seguirá hablando con los rusos (...) de nuestra certeza de que el régimen de Asad cometió' el ataque cerca de Damasco el 21 de agosto que dejó 1.429 muertos según informes de la inteligencia estadounidense.
Una solución política es 'el único camino' posible para lograr resolver el conflicto en Siria, declaró este jueves en San Petersburgo el portavoz de la delegación china en el G20, Qin Gang. 'La situación actual muestra que la solución política es el único camino posible' para resolver la crisis, declaró.
Putin es el principal opositor de Obama a los planes de intervención militar en Siria porque se trataría de una 'agresión' si se realiza 'fuera del marco de la ONU'. Además de las diferencias sobre Siria, la relación entre Washington y Moscú no pasa por su mejor momento desde que Putin otorgó asilo político al ex consultor de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) estadounidense Edward Snowden.
Tras el apoyo arrancado a los líderes del Congreso y la aprobación por la Comisión de Exteriores del Senado, el miércoles, de su proyecto para llevar a cabo una operación militar en Siria, Obama espera obtener la luz verde de los congresistas para llevar a cabo ataques 'selectivos' contra el régimen, acusado de utilizar armas químicas contra la población civil.
Pero la oposición a una intervención militar no se limita a Rusia y China, países que han bloqueado sistemáticamente toda resolución de condena a Damasco en el Consejo de Seguridad de la ONU. La presidenta argentina, Cristina Kirchner, dijo a su llegada a la capital imperial rusa el miércoles que 'nadie, absolutamente nadie quiere la guerra y no creemos que las muertes se solucionen con más muertes'.
Asimismo, la canciller Angela Merkel ha dejado claro que Alemania no participará en ninguna acción militar, pero trabajará en pos de que haya 'una respuesta unificada de la comunidad internacional'. Por su parte, el papa Francisco escribió este jueves a Vladimir Putin para que los miembros de G20 descarten una solución militar y busquen vías pacíficas para la crisis en Siria, indicó el Vaticano.
'A los dirigentes presentes, a cada uno de ellos, hago un llamamiento desde el fondo de mi corazón para que ayuden a encontrar las vías para superar las posiciones de conflicto y para que abandonen el vano afán de una solución militar', dijo el papa en su carta dirigida a Putin, en calidad de presidente del G20. 'Es necesario un compromiso renovado para buscar, con valentía y determinación, una solución pacífica a través del diálogo y la negociación entre las partes, apoyado unánimemente por la comunidad internacional', añade el texto.
Siria ocupará gran parte de los contactos bilaterales de esta cumbre del G20, dedicada en un principio únicamente a temas económicos. Incluso el mediador de la ONU y de la Liga Arabe, Lajdar Brahimi, viajará a Rusia para ayudar al secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, en la organización de una conferencia de paz para Siria, según indicó este jueves un portavoz de Naciones Unidas.
Además, a los jefes de Estado de Alemania, Francia y Gran Bretaña podrían sumarse en San Petersburgo los ministros de Relaciones Exteriores de esos países, según indicó una fuente diplomática en Bruselas, antes de una reunión informal de ministros de la Unión Europea en Vilna el viernes y el sábado en donde buscarán una posición común sobre una intervención en Siria. Al encuentro de Vilna se podría sumar el secretario de Estado estadounidense, John Kerry. El único país de los 28 países de la UE que está dispuesto a intervenir militarmente en Siria es Francia.
Además de Siria, que no está oficialmente en la agenda del G20, Obama podría tener que responder ante México y Brasil por las revelaciones sobre el presunto espionaje NSA a los presidentes Enrique Peña Nieto y Dilma Rousseff.
El presidente mexicano afirmó que espera que haya 'algún acercamiento' con su par estadounidense para 'dejar muy en claro nuestra posición'.
Brasilia por su parte pidió explicaciones 'formales y por escrito' y el canciller, Luiz Alberto Figueiredo, dijo que Brasil pretende discutir el tema del espionaje con países desarrollados y de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica).
De momento fuentes de las delegaciones de estos dos países no confirmaron si habría encuentros bilaterales por separado con Barack Obama en San Petersburgo, que se ha blindado para garantizar la seguridad de los mandatarios.
En la agenda oficial de este G20 que se celebra en el palacio Constantino situado en la isla Strelna, a 15 km al suroeste de la capital imperial rusa en aguas del Golfo de Finlandia, se centra en la situación económica mundial, en particular en los países emergentes cuyo crecimiento se está desacelerando rápidamente y sus divisas se han devaluado fuertemente en los últimos meses ante el inminente cambio de la política monetaria en EEUU.
Los BRICS, que han sido el motor del crecimiento mundial desde que estalló la crisis financiera en 2008, se reúnen al inicio de la tarde antes del inicio oficial de la cumbre para definir una posición común.