Por revistaeyn.com
Se aproximan las fechas especiales de fin de año, una instancia que une a las familias y los seres queridos para dar gracias por lo conseguido en el año que se va, esperar el año que comienza con los mejores deseos y agasajar a los que más queremos.
El espíritu festivo tiene muchas bondades. Sin embargo, en el afán de ser buenos anfitriones, es fácil excederse en las compras y preparación de alimentos que no llegan a ser consumidos. De acuerdo con cifras del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), en América Latina y el Caribe se desperdicia el 19% de los alimentos. Esto significa que 1/5 de nuestra comida termina en el basurero, lo que representa una contradicción considerando que actualmente 41 millones de personas de nuestra región sufren hambre.
Por eso, en estas fiestas de fin de año, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) deja cinco consejos para evitar el desperdicio, cuidar su presupuesto y reducir la contaminación producida por los alimentos en descomposición.
1. Compre con propósito: Planifique su comida con base a porciones por persona y compre solo lo que necesita, dándole una oportunidad a las frutas y verduras con forma o color menos convencional y de productores locales en ferias o tianguis, así también apoyará a la economía en su localidad. Aproveche los descuentos de alimentos perecibles como hortalizas y frutas de estación maduras para ofrecer preparaciones nutritivas y saludables como sopas, jugos y batidos.
2. Una nevera mágica: Programe su refrigerador a 4ºC y ubique los alimentos que perecen con mayor facilidad en la parte posterior, donde está más frío. Los más duraderos pueden quedar cerca de la puerta. Asegúrese de mover los productos más antiguos al frente a medida que compra nuevos, de manera que no queden olvidados en el fondo del refrigerador.
3. Cocina con amor: Muchas veces desperdiciamos alimentos por no utilizarlos de forma integral. Por ejemplo, la parte superior de la remolacha y las zanahorias, así como los tallos de brócoli, están repletos de fibra y nutrientes, lo que los convierte en una gran adición a sus soufflés, tortillas o ensaladas. Recuerde que, con el paso de los días, los alimentos se deshidratan dentro del refrigerador, pero, si los sumerge en agua fría antes de preparar, pueden recuperar su consistencia original.
4. Año nuevo, vida nueva: Si pese a las precauciones, de todas formas se excedió, es recomendable almacenar las sobras en contenedores cerrados. No deje alimentos preparados a temperatura ambiente por más de dos horas. Al refrigerar use un marcador para apuntar la fecha para saber exactamente qué tantos días han pasado y evitar intoxicaciones. Considere congelar porciones cuando sea posible. Las fiestas también dejan al descubierto las desigualdades sociales presentes en la región. Considere donar los excedentes de comida a instituciones benéficas o bancos de alimentos de manera que puedan destinarse a aquellos menos afortunados que sufren hambre o inseguridad alimentaria.
5. Una despedida en paz: Si no logra preservar los alimentos para consumo doméstico, déjelos ir de una manera que no afecte el medioambiente. Conozca las opciones de reciclaje, recuperación o reutilización disponibles en su vecindario o ciudad, así como aplicaciones o plataformas que se dedican a recuperar alimento, mediante los cuales algunas instituciones procesan estos alimentos para rescatar los nutrientes. Sus desperdicios también pueden ser redireccionados a un mejor uso mediante un proceso de compost para alimentar tu jardín con esos nutrientes.
