Por revistaeyn.com / EFE
Nicaragua se aísla de los organismos internacionales. La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) se convirtió este domingo en la quinta agencia en lo que va del año de la que los esposos y copresidentes nicaragüenses, Daniel Ortega y Rosario Murillo, retiran a Nicaragua.
Las razones son diversas, pero la mayoría es porque consideran que estos organismos buscan injerencia en el país.
La salida de la Unesco fue distinta, ya que fue a manera de respuesta luego que le entregaran un premio al periódico La Prensa. "Es profundamente vergonzoso que la Unesco aparezca como la promotora, y obviamente cómplice, de una acción que ofende y atenta contra los valores más profundos de la identidad y cultura nacional de Nicaragua, faltando a su objetividad y desacreditándose a sí misma", indicó el Ministerio de Relaciones Exteriores, en un tono similar al usado ayer para condenar públicamente el premio.
La Unesco reafirmó que es parte de su mandato "defender la libertad de expresión" y que el ganador del galardón anual, que se entrega conjuntamente con la Fundación Guillermo Cano, se encarga de escogerlo un jurado internacional independiente, compuesto por 6 profesionales de distintos tipos de medios.
"Lamento esta decisión, que privará al pueblo de Nicaragua de los beneficios de la cooperación en los ámbitos de la educación y la cultura. Por otra parte, la Unesco cumple plenamente su función cuando defiende la libertad de expresión y la libertad de prensa en todo el mundo", recalcó la directora general en un comunicado.
Nicaragua atraviesa una crisis política y social desde abril de 2018, que se acentuó tras las controvertidas elecciones de noviembre de 2021, en las que Ortega, de 79 años, fue reelegido para un quinto mandato -cuarto consecutivo-, con sus principales contendientes en prisión y a los que luego expulsó del país, y los privó de su nacionalidad y de sus derechos políticos tras acusarlos de "golpistas" y de "traición a la patria".
La FAO y el hambre en Nicaragua
Hace tres meses, el Gobierno sandinista, en el poder desde 2007, se retiró de la FAO luego de que ese organismo incluyera al país como una de las naciones con mayor hambre en el mundo.
"La actitud de la FAO es inaceptable, inadmisible e irrespetuosa. En consecuencia, comunicamos el retiro de Nicaragua de esta Organización y exigimos el cierre de su Representación y Oficinas en Nicaragua a lo inmediato", demandó en una carta el canciller nicaragüense, Valdrack Jaentschke, que rechazó el informe "Estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo 2024", que indica que más de 1,3 millones de personas padecen hambre en Nicaragua.
El 19,6 % de la población total de Nicaragua padece hambre, mientras el 15 % (100.000l) de niños menores de cinco años presentan retraso en su crecimiento por falta de una buena nutrición, según ese informe elaborado por la FAO
En la carta, el canciller nicaragüense no ofreció los datos oficiales sobre el porcentaje de la población que pasa hambre en Nicaragua.
El Consejo de Derechos Humanos
Tres semanas después, el régimen sandinista anunció su retirada del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas tras conocer un informe del Grupo de Expertos de Derechos Humanos sobre Nicaragua, que pidió condicionar el acceso preferencial de Nicaragua al mercado de Estados Unidos y de la Unión Europea (UE) a parámetros de derechos humanos, e instó a demandar al país ante la Corte Internacional de Justicia por privar de la nacionalidad a al menos 452 nicaragüenses.
"Nicaragua transmite su decisión soberana e irrevocable de retirarnos del Consejo de Derecho Humanos y de toda actividad relacionada con este Consejo y todos sus mecanismos satélites”, anunció entonces Murillo, designada copresidenta a través de una reciente reforma constitucional.
En la misiva de formalización de su retiro, Nicaragua acusó al Grupo de Expertos, a la Oficina del Alto Comisionado y al Consejo de Derechos Humanos de la ONU de haberse convertido "en caja de resonancia de quienes atentaron contra la paz y la tranquilidad, y son los autores de los múltiples asesinatos, secuestros, violaciones, aberraciones y ultrajes contra el pueblo nicaragüense, causando además destrucción y daños incuantificables a la economía nacional".
La OIT y la OIM
Un día después, el 28 de febrero, el Ejecutivo sandinista anunció su retiro de la OIT y de la OIM, a las que acusó de actuar "politizadamente prestándose a maniobras de desestabilización e injerencismo" sobre Nicaragua, y de no cumplir con la misión para la que fueron creados.
Nicaragua, además de notificar "su decisión soberana e irrevocable de retirarse de esa organización", exigió a la OIM "el cierre inmediato de su representación y oficina" en Managua.