En El Salvador, las remesas enviadas por ciudadanos residentes en el exterior, en su mayoría destinadas a cubrir necesidades de sus familiares, han crecido cerca de 37 % en los últimos 10 años.
Según datos del Banco Central de Reserva de El Salvador (BCR), en 2014 el país recibió US$4.154,1 millones en concepto de remesas familiares, un monto superior en 37% a los US$3.017,2 millones registrados en 2005. Esto es un aumento de US$1.136,9 millones.
Diferentes estudios han señalado que las remesas familiares principalmente van destinadas a cubrir necesidades básicas, como alimentación, vestuario, medicamentos, recreación, entre otras.
Recientemente el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), a través del Fondo Multilateral de Inversiones (FOMIN), llamó a los Gobiernos e instituciones financieras a educar a las familias receptoras de remesas para que dichas divisas no solo vayan destinadas al consumo, también se orienten al ahorro y la inversión.
Según especialistas del FOMIN, el 75 % de las remesas es destinado al consumo, informó el diario elsalvador.com.
Por su parte, un estudio del BID reveló que el nivel de las remesas recibidas en Latinoamérica superó el máximo alcanzado en 2008, al romper la cifra de los US$65.000 millones y establecer un récord histórico apoyado en el aumento de los envíos desde Estados Unidos.
Las remesas tienen un papel importante dentro de la economía salvadoreña, ya que en 2014 representaron casi el 17% del Producto Interno Bruto (PIB).
Hasta junio pasado las remesas sumaron US$2.093,2 millones, un 1,4% más respecto del mismo mes de 2014.