Por El Mundo (El Salvador)
El organismo realizó el cálculo utilizando un promedio de 17.79 años saludables perdidos por las víctimas de homicidio. Así, en el caso salvadoreño, concluyó que entre 2010 y 2014 estas personas pudieron haber aportado, en promedio, 0,73% del PIB, dos veces más que el promedio de 0,36% del PIB estimado para América Latina y el Caribe, en ese mismo periodo.
En 2014 se perdió casi un punto del PIB
En los años estudiados, 2014 mostró el costo social más alto, con una pérdida de ingresos estimada en 0.94% del PIB; mientras en 2012 y 2013 se reportaron valores de 0,48% y 0,61% del PIB. La reducción se atribuye a la tregua entre las pandillas.
En 2010 y 2011, el costo social de los homicidios llegó a 0,80 y 0,82% del PIB, y luego bajó a 0,48% en 2012. Con el debilitamiento de este pacto entre las pandillas, el costo se elevó a 0,61%, para luego dispararse al 0,94% de 2014.
"Puede decirse que la tregua tuvo un beneficio social de entre un 0,34% y un 0,46% del PIB, una suma considerable, ya que es aún más alta que el costo social promedio de los homicidios en América Latina y el Caribe", indicó el BID.
Los datos de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) indican que El Salvador cerró 2010 con 66 homicidios intencionales por cada 100,000 habitantes; y al año siguiente este indicador subió a 72, para luego reducirse a 42.7 y 41.3, debido a la tregua. En 2014 escaló de nuevo a 64.2.
Si la pérdida de ingresos se suma el 0.20 % del PIB que el Gobierno gasta en administrar los centros penales, el costo total del encarcelamiento en El Salvador asciende a 0.61 % del PIB. La pérdida de ingresos por la población carcelaria es más alta en El Salvador que en el resto de los 17 países analizados, mientras el costo de los homicidios es el segundo más alto, superado solo por Honduras, concluye el BID.
El organismo realizó el cálculo utilizando un promedio de 17.79 años saludables perdidos por las víctimas de homicidio. Así, en el caso salvadoreño, concluyó que entre 2010 y 2014 estas personas pudieron haber aportado, en promedio, 0,73% del PIB, dos veces más que el promedio de 0,36% del PIB estimado para América Latina y el Caribe, en ese mismo periodo.
En 2014 se perdió casi un punto del PIB
En los años estudiados, 2014 mostró el costo social más alto, con una pérdida de ingresos estimada en 0.94% del PIB; mientras en 2012 y 2013 se reportaron valores de 0,48% y 0,61% del PIB. La reducción se atribuye a la tregua entre las pandillas.
En 2010 y 2011, el costo social de los homicidios llegó a 0,80 y 0,82% del PIB, y luego bajó a 0,48% en 2012. Con el debilitamiento de este pacto entre las pandillas, el costo se elevó a 0,61%, para luego dispararse al 0,94% de 2014.
"Puede decirse que la tregua tuvo un beneficio social de entre un 0,34% y un 0,46% del PIB, una suma considerable, ya que es aún más alta que el costo social promedio de los homicidios en América Latina y el Caribe", indicó el BID.
Los datos de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) indican que El Salvador cerró 2010 con 66 homicidios intencionales por cada 100,000 habitantes; y al año siguiente este indicador subió a 72, para luego reducirse a 42.7 y 41.3, debido a la tregua. En 2014 escaló de nuevo a 64.2.
Costos del encarcelamiento
Otro de los costos sociales del crimen son los ingresos no percibidos de la población carcelaria. Entre 2010 y 2014, según estimaciones del BID, en promedio se dejaron de percibir ingresos por 0,41%, dos veces más que el promedio latinoamericano, estimado en 0.19 %.Si la pérdida de ingresos se suma el 0.20 % del PIB que el Gobierno gasta en administrar los centros penales, el costo total del encarcelamiento en El Salvador asciende a 0.61 % del PIB. La pérdida de ingresos por la población carcelaria es más alta en El Salvador que en el resto de los 17 países analizados, mientras el costo de los homicidios es el segundo más alto, superado solo por Honduras, concluye el BID.
