Por Leonel Ibarra - revistaeyn.com
La Junta de Fiscalización Internacional de Estupefacientes ha publicado un nuevo informe en el que señala que la rápida propagación de las drogas sintéticas ilícitas es un problema mortal que representa una grave amenaza para la salud pública.
La Junta pide que se adopte una estrategia integral y coordinada para combatir la fabricación, el tráfico y el consumo de drogas sintéticas ilícitas.
Este tipo de drogas tienden a ser más potentes que las de origen vegetal y se han convertido en un problema, con una demanda cada vez mayor y cientos de miles de muertes por sobredosis cada año.
“El tráfico de drogas está obstaculizando el desarrollo en América Central y el Caribe, mientras que la crisis de los opiáceos sigue siendo un grave problema para los países de América del Norte. Además, la violencia urbana relacionada con las drogas sigue afectando a América del Sur”, apunta el reporte.
Muchos países de ingresos bajos y medios tienen capacidad insuficiente en lo que respecta a los laboratorios de análisis de drogas, y carecen del personal y de los recursos necesarios para llevar a cabo inspecciones rutinarias que podrían conducir a incautaciones y al desmantelamiento de redes de tráfico.
NIVELES DE CONSUMO
Los niveles de consumo de opioides para el tratamiento del dolor siguen siendo mucho más elevados en Europa Occidental y Central, América del Norte y Oceanía que en el resto de regiones.
En Estados Unidos se producen a diario 150 muertes relacionadas con sobredosis de opioides sintéticos, y el fentanilo es la sustancia responsable en más de dos tercios de esas muertes.
Los niveles de consumo en otras regiones no son suficientes para atender adecuadamente las necesidades médicas de las poblaciones. En 2023, ello resultó especialmente preocupante en Asia Oriental y Sudoriental, Centroamérica y el Caribe, Asia Meridional y África.
La Junta insta a los países fabricantes de opioides a que aumenten la fabricación de preparados de morfina para su uso en el tratamiento del dolor y los cuidados paliativos, y también a que amplíen su disponibilidad y los hagan más asequibles, en particular en los países de ingresos bajos y medios.
Además, garantizar el acceso a sustancias sometidas a fiscalización internacional para fines médicos durante emergencias humanitarias causadas por conflictos armados sigue siendo un problema que preocupa a la Junta.
“El consumo no médico de drogas sintéticas y los trastornos conexos por consumo de drogas se han convertido en un problema de consecuencias mortales, que provoca cientos de miles de muertes y daños personales y a la comunidad incalculables”, explicó el presidente de la Junta, Jallal Toufiq, debido a que algunas de esas sustancias sintéticas ponen en riesgo la salud cardiovascular y pueden causar dependencia psicológica y física y trastornos por consumo de sustancias.