Una de las disposiciones más importantes y controvertidas del Tratado estipulaba que el país aceptase toda la responsabilidad moral y material. Los dos civiles que representaban a su país en las tratativas, llevaban una enorme y humillante carga. Después de la firma fueron escoltados a la salida sintiéndose prisioneros en un banquillo de acusados.
Sentían humillación colectiva, tenían la sensación de que les estaban quitando el pasado, el presente y el futuro al tener que pagar una enorme cantidad de intereses, sabiendo que no habían sido los únicos responsables.
El Tratado de Versalles se firmó el 28 de junio de 1919 y lejos de promover la paz afloró la necesidad de venganza y radicalización política en el pueblo alemán, convirtiéndose en un factor determinante para el estallido de la Segunda Guerra Mundial.
El 5 de julio de 2015, a pesar del miedo por el cierre de los bancos; más allá del temor de las consecuencias que puede tener; y sobretodo conscientes que se acercan momentos aún más dramáticos de los que han ya vivido, el pueblo griego dijo en un referéndum con una amplia mayoría no a las medidas que les impone la Troika - Comisión Europea, Banca Central Europea y Fondo Monetario Internacional -.
El resultado no cambia mucho el escenario porque Atenas seguirá con las negociaciones con sus socios europeos. La diferencia fundamental es que ahora Alex Tsipras - primer ministro griego - tiene el aval de su pueblo para llevar las negociaciones con un componente nuevo, lo que ellos definen como dignidad. Esto implica buscar la reestructuración de la deuda y evitar más políticas de austeridad y frente a la hipótesis de que las tratativas fallen, legitimado por su puedo negociar con nuevos socios.
Desde hace días todos los focos están orientados a Grecia y ayer fue su punto máximo. Una gran cantidad de políticos y activistas europeos, viajaron desde diferentes puntos a Atenas para apoyar la propuesta de Tsipras. El sueño europeo vio su apogeo en el referéndum de ayer, donde la solidaridad de los pueblos, hizo desaparecer las fronteras dejando en jaque que el problema en Europa es político.
"Tenemos que retomar las negociaciones políticas. No pongamos nuevamente en escena el Tratado de Versalles", exhortó Emmanuel Macron, ministro francés de economía. Angela Merkel - canciller alemana - y Francois Hollande - presidente francés - se reunirán precisamente esta noche luego de haber acordado telefónicamente, sobre la necesidad de respetar el éxito del referéndum.
Pero el gobierno alemán sigue teniendo una postura dura, el vicecanciller Sigmar Gabriel afirmó que "Tsipras destruyó el último puente hacia un compromiso entre Europa y Grecia". Mientras que el ministro de economía francés, insiste en mostrarse conciliador, invitando a los gobiernos europeos a no castigar a Grecia como se hizo con Alemania en la Primera Guerra Mundial.
Superar las divisiones internas en el Eurogrupo es clave para el proyecto europeo. Entre las cartas que el gobierno heleno puede estar barajando se encuentra el inminente peligro de encontrar nuevos socios poco convencionales.
Atrás de la estrategia griega, se encuentra Yanis Varufakis. Se trata de un académico y excéntrico, especializado en la teoría "Game of Theory" para las negociaciones; lo que hace realmente difícil descifrar las verdaderas intenciones de Tsipras, quien podría haber llegado ya a un pacto con su homólogo Putin.
Lo que es un hecho es que el gobierno griego está, al menos mostrando, la voluntad de llegar a un consenso con los países europeos. En esta línea Varufakis se dimitió de su cargo como ministro de finanzas, para "ayudar a Tsipras en la negociación". Al parecer, algunos representantes europeos, consideran la presencia del estratega heleno, como una amenaza para un posible acuerdo.
Ayer se abrieron los mercados después del referéndum, con una baja del euro, lo que favorece principalmente a Alemania quien con una moneda devaluada puede beneficiarse de las exportaciones.
El portavoz del gobierno heleno anunció desde Atenas que Grecia pondrá todo de sí, para poder alcanzar un acuerdo en las próximashoras. Hay cuatro fechas importantes a señalar. El 10, 13 y 17 de julio, que serán los días en los que Atenas deberá pagar intereses por los títulos de estado y una nueva cuota del FMI - la última del 30 de junio no fue cancelada -. Y el 20 de julio, que es la fecha en la que Grecia deberá saldar un gran reembolso a la Banca Central Europea - BCE -. Este es el día que todos esperan el posible default griego.
Pero sin ir tan lejos, la situación actual en Grecia es sumamente delicada. Con los bancos cerrados desde la semana pasada para evitar una fuga de capital en masa, el corralito bancario podría empeorar en las próximas horas si la BCE no decide dar liquidez de emergencia a Grecia para recapitalzar sus bancos.
El antecedente es que la BCE se negó el pasado domingo a darle a Grecia 6000 millones de euros y es posible que esta política no cambie. Se dice que Mario Draghi, jefe de la BCE, esperará los resultados de las reuniones este lunes y martes para decidir sobre la liquidez griega.
Mientras viejos fantasmas sobrevuelan las capitales europeas, muchos responsabilizan a Alemania sobre la falta de acuerdo. El mismo Fondo Monetario Internacional reconoció los días pasados que Grecia necesita una reestructuración de su deuda al evaluar que la crisis griega solo empeoró en los últimos años. De los rescates financieros que los griegos han recibido, el 90% ha sido utilizado para pagar únicamente intereses de la deuda y la deuda no ha parado de incrementar. Aquí residió el fracaso del sí europeo, nadie supo explicarle a los griegos los beneficios de seguir con las mismas políticas.
Pero por otro lado, el ala conservadora sostiene que Grecia necesita un castigo ejemplar para los otros. De acordar concesiones con el gobierno heleno, países como España, Italia, Portugal, Irlanda y Chipre, podrían solicitar los mismos privilegios.
Aunque se convierta en la tragedia griega más reciente, más del 60% de los griegos el domingo dijeron no a más humillaciones, convirtiendo el 5 de julio de 2015 en un día histórico.
De saltar el acuerdo con sus socios geopolíticos, podría tratarse del inicio del fin del sueño europeo. Grecia ha ya comenzado negociaciones con países que se mostraron muy activos en ayudar al país heleno a superar su crisis financiera. De ser así, Grecia introduciría un caballo destructivo en el seno y para la integración europea, esta vez con Rusia y China dentro.
Los griegos nuevamente dieron lecciones de historia política a la humanidad. Muchas veces en economía y en política, olvidamos que los individuos no siempre anteponen el presunto bienestar económico a la dignidad. Esto lo sintetizó Varufakis tras su renuncia en su presunta acción para facilitar las negociaciones "llevaré el odio de los acreedores con orgullo" y con esto tiembla Europa.
*Analista internacional