Los esfuerzos por establecer un diálogo con mediación de la ONU para sacar a Honduras del bloqueo político enfrentan una 'situación crítica' debido la confrontación entre el gobierno y la oposición, admitió este miércoles un promotor de las conversaciones.
El presidente Juan Orlando Hernández y su Partido Nacional (PN, derecha) 'reflejan una tremenda intolerancia con acusaciones muy graves, inadecuadas para crear un ambiente de diálogo', dijo a la AFP Efraín Díaz Arrivillaga, uno de los gestores del diálogo.
El gobierno acusó el lunes a la izquierdista Alianza de Oposición Contra la Dictadura de vincularse con pandilleros y narcotraficantes para impedir votar a oficialistas en las elecciones del 26 de noviembre, en las que Hernández fue reelecto.
Entre tanto, la oposición anunció protestas callejeras contra el mandatario, a quien acusan de fraude en las elecciones.
Una misión de la ONU realizó una reciente visita a Honduras para explorar la posibilidad de mediar en el país para ayudar a salir de la crisis que estalló con las acusaciones de fraude contra Hernández por parte de la alianza opositora, que postuló a la presidencia al presentador de televisión Salvador Nasralla.
Díaz, un exembajador de Honduras ante organismos de Naciones Unidas, explicó que la misión debe presentar un informe al secretario general de la ONU, Antonio Guterres, para decidir si interviene en una mediación.
'Con los últimos acontecimientos en el país el diálogo está en una situación bastante crítica', lamentó el promotor de las pláticas.
En rueda de prensa junto con John Creamer, subsecretario de Estado adjunto de Estados Unidos de visita en Tegucigalpa, Hernández dijo el miércoles haber hablado con el visitante sobre la 'misión exploratoria de la ONU'.
'Todos estamos interesados en el diálogo y queremos seguirlo impulsando (...) estamos listos para que nos sentemos sin ninguna condición, con quien sea', aseguró.
Creamer llegó a Tegucigalpa a presentar a Brian A. Nicols como encargado de negocios de Estados Unidos en Honduras, en reemplazo de Heide Fulton.
Honduras afronta un clima de ingobernabilidad por las protestas con hogueras en las calles que se extendieron en todo el país tras las denuncias de fraude en las elecciones, y ocurrieron enfrentamientos de manifestantes con la policía y militares en los que murieron 30 personas, según organismos de derechos humanos.
Observadores internacionales apuntaron dudas sobre el resultado electoral, que se volcó a favor del presidente Hernández después de una serie de fallos en el sistema de cómputo del tribunal electoral.
La Organización de Estados Americanos (OEA) concluyó que estaba en duda el verdadero ganador de las elecciones y sugirió repetirlas, pero luego se retractó.
'El país puede entrar en una mayor ingobernabilidad y crecer la represión y la violencia', advirtió Díaz.
